viernes, 30 de agosto de 2019

Visitando los Museos. El Museo del Calzado de Marikina en Filipinas

Marikina es una gran ciudad fundada por los jesuitas en el año 1630, llegando a ser la capital de la provincia de Manila durante la Primera República en 1898. Es conocida en el mundo como la "Capital del calzado de Filipinas", donde existen gran cantidad de fábricas para hacer zapatos e industrias afines, en esa ciudad se concentra un 70% de los zapatos fabricados en el país, eso nos da una mejor idea de la importancia de Marikina en relación con los zapatos.
Marikina concentra la atención del calzado en ese país con un Centro Internacional de Calzado y un magnífico Museo del Calzado. La construcción del recinto que acoge el museo representa el estilo colonial español de la época de ocupación, se trata de una edificación de adobe y ladrillo encalada con un atractivo singular por el recuerdo de otras épocas, cerchas de madera que atraen las miradas del visitante por la originalidad frente a la modernidad imperante en otros museos, es un edificio que sorprende por la "pobreza" frente a otros iconos de la población. La ciudad ha querido conservar este singular edificio para exponer las colecciones de zapatos, utensilios y documentos relativos a Filipinas y al calzado en el mundo, como homenaje a la humildad del entorno del zapatero.
Pero un atractivo singular de este museo es la colección de zapatos de la que fuera primera dama de Filipinas durante la dictadura de Ferdinand Marcos. Imelda fue una mujer que vivió con un lujo excesivo al amparo de la fortuna que amasaba su esposo, el dictador presidente del país, la pobreza de la población contrastaba con el amplio vestuario de esa dama. Además de cientos de vestidos, joyas y complementos como bolsos cinturones y demás, Imelda Marcos llegó a coleccionar más de tres mil pares de zapatos, la mayoría eran caprichos adquiridos a los mejores y más famosos diseñadores del mundo. Cuando en 1986 la familia Marcos huyó precipitadamente al estallar una revuelta popular apoyada por el ejército. Dejaron atrás una gran cantidad de efectos personales, entre ellos la célebre colección de zapatos de las marcas más caras del mundo.
Todos aquellos zapatos y vestidos se guardaron en cajas y fueron trasladadas al Museo Nacional. Pero allí los vestigios de la era Marcos se degradaron. Fueron abandonados en una sala cerrada y sin protección. Allí permanecieron hasta que la sala se inundó por las lluvias tropicales, por las goteras del techo. Al abrir el local observaron que se habían perdido la mayor parte de todo aquel ajuar, incluso las termitas se habían comido parte de las suelas de muchos calzados.
Los zapatos que pudieron salvarse de aquel expolio natural producido por la desidia y el abandono, se trasladaron en 2001 al Museo del Calzado de Marikina, a las afueras de Manila, donde se pueden contemplar casi 800 pares incluidos los 200 que el gobierno trasladó desde el palacio de Malacañang, donde residía el dictador y su esposa. También la propia Imelda, que acudió a la inauguración, aportó otros 50 pares que, según dijo, eran regalos donados por famosos diseñadores. Lo cierto es que el Museo del Calzado de Marikina, es un bien patrimonial importante en la cultura filipina y un aporte significativa a la cultura del calzado mundial.

jueves, 29 de agosto de 2019


Zapato diseñado y fabricado por la empresa Noguerón en 1966. El modelo se llamó "Fabiola" debido a que se diseñó en 1960 para calzarlo por la reina de los belgas en su boda con el rey Balduino.

La industria del calzado en serie inicia su andadura en España hacia la mitad del siglo XIX. Fue un movimiento casi espontáneo que iría surgiendo en algunos pueblos con tradición zapatera, pero también en otros con pocos vestigios de una mínima actividad artesanal, más allá de los viejos talleres de reparación o a medida.
La fuerte implantación de un gremio de zapateros en la Ciudad Condal que arrancaba nada menos que en el siglo XIII, las diversas regiones, provincias y poblaciones de nuestro país, realizaban de forma irrelevante, una necesaria actividad artesana consistente en la reparación de calzados usados o la poco frecuente confección de zapatos a medida. Algunos tenían sus propias normas, sus estatutos, o sus gremios por los que regían la actividad, pero nada suficientemente importante para generar una sólida semilla que supusiese el nacimiento de la industria del calzado, a excepción del Gremio de San Marcos Evangelista de Barcelona.
Pero con la Revolución Industrial y la entronización del concepto moda, en el vestido especialmente, da comienzo años más tarde, el resurgir y afianzamiento de la industria del calzado en España.
Había lugares en que la tradición se vería recompensada con una industria pujante, pero hubo otras regiones y ciudades en los que la industria de fabricación de calzados obedecía a hechos aislados por iniciativas de sus moradores, para crear una célula artesanal, irrumpir en mercadillos y seguir transformando aquella modesta actividad en algo más serio e importante.
En la provincia de Alicante se fue desarrollando una industria del calzado que, a finales del siglo XIX, ya se había convertido en un referente. El foco desde el que se produciría esa implosión de la "nueva" actividad industrial para fabricar zapatos en serie, sería la ciudad de Elda por unos motivos casuales y alentados por la iniciativa de unos cuantos zapateros, sin ningún tipo de formación y probablemente con escasa cultura.
Desde principios del siglo XIX y con una tradición que, según algunos autores, podría tener sus orígenes en la cultura árabe, la ciudad de Elche era un centro productor artesano de alpargatas y Elda se mantenía ajena a esa elaboración, y como mucho llegaba a la comercialización del abundante esparto que crecía en sus montes y que tenían como destinatario final Elche para sus alpargatas y otras poblaciones como Callosa de Segura, para elaborar redes. Sin embargo la inesperada pérdida de la agricultura en el Medio Vinalopó, por la desecación de la gran laguna de Villena, despertó la imaginación de los eldenses para elaborar zapatos y comercializarlos en los alrededores de la población. Cuando en Elche en 1875 adquiere su primera máquina para industrializar sus fábricas de alpargatas, Elda ya se había convertido en un centro productor de zapatos semimecanizados.
El foco más importante de fabricación de calzados en la provincia de Alicante estaba ubicado en Elda, donde empezaba a decantarse por un tipo de fabricación esmerada y tendente al zapato de mujer de calidad. Mientras en otros puntos de la provincia, como Villena, donde la fabricación también se estaba especializando al calzado de niño, incluso la población de Cocentaina llegó a tener una más que representativa industria zapatera . En los primeros años del siglo XX la expansión de la industria de fabricación de calzados se haría patente también en poblaciones como Petrer, Monóvar, Sax y Elche, esta última con una importante irrupción en el sector zapatero, pero sin abandonar la fabricación de alpargatas que le había dado notoriedad . En poblaciones cercanas como Almansa y Vall de Uxó, el nacimiento y desarrollo de la industria del calzado también tuvo una gran espectacularidad, gracias al esfuerzo y creatividad de dos familias: Coloma en Almansa y Segarra en Vall de Uxó. Pero en España también eran notables otros focos importantes de fabricación de calzados: las Islas Baleares, especialmente Mallorca y Menorca, Barcelona o Madrid, entre otras.
La improvisación desde la ausencia de cualquier tipo de experiencia anterior, o el mayor auge de elaboraciones artesanas en la confección del calzado, fueron dibujando un mapa del tejido industrial español en la fabricación de zapatos. Esa es a mi juicio la verdadera "horma de tu zapato", o lo que podíamos decir de otro modo, esos pueblos han tenido la fortuna de crear y hacer crecer una industria que implica: belleza, moda, calidad, diseño y que inspiran creatividad, con muchas otras connotaciones despertando en el ser humano verdaderas pasiones (erotismo, deseo, amor....). Hasta tal punto puede llegar el zapato que en un estudio publicado por la revista Journal of Research in Personality en 2012, Omri Gillath de la Universidad de Kansas han demostrado que podemos juzgar con un 90 % de precisión cuáles son la ideología política, el género, los rasgos emocionales y la personalidad de un individuo simplemente examinando sus zapatos.

jueves, 22 de agosto de 2019

Visitando los Museos. El Museo Shoes Or No Shoes? de Kruishoutem en Bélgica

En la pequeña ciudad de Kruishoutem, con algo más de ocho mil habitantes, en la zona oriental de la provincia de Flandes, en Bélgica, se encuentra otro gran Museo de Calzados.
La ardua labor de un coleccionista, Dirk Vanderschuere, dio lugar en 1973, a la puesta en marcha de uno de los museos que goza de un entorno futurista y avanzado.
                                             
En tan pequeña población hay varios museos, cada uno de ellos en diferentes edificios afines a los fondos que custodian, pero quizás el que asume la mayor popularidad es este museo del calzado, como consecuencia del alto interés que despierta al visitante contemplar una serie de colecciones de zapatos y maquetas: Historia del Calzado, Zapatos de diseño, calzados étnicos, o calzados de personajes famosos, entre otros.
El museo de Kruishoutem supera las seis mil visitas anuales y en 2009 se reformó para enmarcarlo en ese gran edificio actual. Las exhibiciones permanentes incluyen la colección de artistas famosos con 1,500 objetos, hay textos y dibujos animados relacionados con el calzado; la colección etnográfica alcanza los 3.000 pares; y una colección de diseño con 300 pares, que incluye artículos de mediados del siglo XIX.
El museo llamado Shoes Or No Shoes?, tiene la estructura legal de una Fundación, bajo la dirección de William Habraken, resalta en relación a los fondos, que el artículo más exótico de las colecciones es una sandalia de suela gruesa de principios del siglo XX para hombres de la región amazónica de Brasil, construida con suelas de cuero de tapir y cordones de cuerda.
El zapato más antiguo que hay en ese museo, según sus conservadores, es un par que data de alrededor de 10,000 AC. hecho con hojas de yuca trenzada.
La adquisición más inusual entre sus colecciones, son unas sandalias de hombre de la tribu Okaukuejo Himba en Namibia, añadiendo que el anciano jefe de la tribu rechazó la oferta de dinero que le hizo el director Habraken por las sandalias, ya que significaba que tendría que hacer un nuevo par. Más tarde acordó cambiarlos por un par de Nikes.
Los calzados más costoso que se exhiben en ese singular museo son unas botas hechas en Irán con alambre de plata dorado y tejido. Por último, la compra que resultó más difícil fue la de unos zapatos chinos de 3 pulgadas San-Zun Jin Lian Lotus en zancos Huapandi, diseñados para mujeres con pie de loto.

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domingo, 18 de agosto de 2019

Visitando los Museos. El Museo Nacional del Calzado de Bélgica



               
El llamado "Museo Nacional del Calzado" se encuentra en la ciudad de Izegem, el la zona occidental de la provincia de Flandes. La población apenas alcanza los 27 mil habitantes y fue uno de los centros más activos de la fabricación de calzados que se originó en las últimas décadas del siglo XVIII. Los métodos de producción se mejoraron sustancialmente desde 1830 en adelante, y en el siglo XX, Izegem se convirtió en el principal centro de producción de calzado en Bélgica.
Hasta la década de 1950, las empresas Izegem representaban más del 50% de la producción belga total. A partir de entonces hubo un descenso que continúa hasta hoy. Pero las autoridades locales y el pueblo en general tienen muy claro que su riqueza sigue pasando por la producción de calzados y la diferenciación con otros producidos en zonas próximas. Izegem reivindica la titularidad cultural del calzado en Bélgica, sabedores que este complemento atrae, como muy pocos, la atención y el interés de todo el mundo.
                      
El museo fue fundado en 1966. Rinde homenaje a la rica historia de la fabricación de calzado en Izegem. Los visitantes aprenden cómo se terminó un zapato hecho a mano, obtienen una encuesta general de la fabricación de calzado y los tipos de calzado a través de los siglos, y se enfrentan con calzado de todos los continentes del mundo. Una sección especial del museo está dedicada a la producción de Izegem en los años 2O y 3O de este siglo, lo que resultó en productos increíbles, verdaderas obras de arte. También cuentan con una rica biblioteca.
La antigua fábrica de zapatos "Eperon D´or" ("Espuela Dorada", por la afición del que fuera propietario a los caballos en el siglo XIX), una de las más importantes de la ciudad y cerrada en los años 70, lo adquirió el municipio y se convirtió en un sitio de patrimonio industrial con su museo, servicio de turismo y hogar de la economía reconocido a nivel regional. Fue reconstruido por uno de los arquitectos más importantes de Bélgica y fue objeto de una renovación futurista y moderna, con la colaboración de empresas del sector del calzado y afines, combinando llamativos granitos rojos con mamposterías y hormigones vistos, la combinación de materiales fue muy estudiada y representa la clásica escuela de Ámsterdam. El edificio es una bella construcción modernista que está protegido desde el año 1999.
                                  
Además de las clásicas representaciones de las secciones de un museo de estas características, atendiendo a las donaciones de las familias y personas que han donado parte de sus fondos, este museo se ofrece, previo pago, a celebraciones como: bodas, presentaciones de artículos o tendencias, conferencias etc., dentro de un marco muy especial y con estas ayudas se colabora en su mantenimiento. La pequeña ciudad tiene otras exposiciones o museos y cada una de ellas contempla los marcos adecuados para resaltar su funcionalidad y la importancia de los mismos dentro de las perspectivas turísticas y económicas de la ciudad.


miércoles, 14 de agosto de 2019

Visitando los Museos. El Museo Holandés del Cuero y del Calzado


En el año 2003 conocimos el Museo del Calzado situado en la población de Waalwijk , el Dutch Leather & Shoe Museum - World Footwear. Se trataba de un museo de dimensiones modestas pero con una gran riqueza de fondos y, lo más importante, plagado de actividades.
En aquel museo pudimos observar una vieja calle del siglo XIX con el taller de zapatero y el comercio de venta de calzados. Fuimos recibidos por el director y pudimos comprobar la importancia de ese museo que representaba a los zapatos fabricados en Holanda por una industria potente que actualmente ha quedado muy mermada. Sin embargo el Ayuntamiento de la ciudad de Waalwij, como primera institución implicada económicamente, con la colaboración de una serie de socios relacionados con el sector zapatero y de la piel, entre los que destacan : Dutch Shoe Academy; René Van Den Berg Academy; Handelsplatform Voor Schoenen, Sport en Mode; Stichting Vriendenkring - Leder en Schoenen Museum; Sell De Langstraat; Dutch HealthTec Academy, entre otros, decidieron relanzar esa muestra representativa del sector y proyectar un magnífico museo.
                  

El nuevo Museo Nieuwe Schoenen abrirá sus puertas en 2021 en el ala lateral de los antiguos Raadhuis en Raadhuisplein, en el centro de Waalwijk. Para este proyecto, la agencia de diseño de Utrecht está trabajando con Kloosterboer Decor y YIPP, quienes también tienen una amplia experiencia en proyectos de museos para poner a punto uno de los mejores museos de Europa.

La ciudad de Waalwijk se encuentra al sur de los Países Bajos, tiene una población aproximada de 47 mil habitantes y fue un centro fabril muy importante de Holanda, donde todavía quedan industrias de calzado y de componentes de piel, con industrias de curtición y distribución de pieles y cueros.
Waalwijk cuenta también con un centro de moda y de tecnología, con una visión tendente a los nuevos materiales y a la robótica en los sistemas de fabricación. La población sabe que invertir en la cultura del calzado es afianzar los fines últimos de la población que es la creación de riqueza y empleo.

domingo, 11 de agosto de 2019

Tiempo de verano....tiempo de museos. El Borceguí de México

Un Museo fundado en el año 1991 y ubicado en el centro histórico de la Ciudad de México
Con más de dos mil zapatos expuestos, miles de miniaturas, documentos y utensilios, consta de cinco secciones dedicadas a los zapatos históricos, del siglo XX, deportivos, de mexicanos famosos y de personajes de la literatura como la Cenicienta, Pulgarcito y el Gato con Botas, entre otros.
Un gran museo que mantiene y dirige Dña. Maria Teresa de Villamayor, viuda del que fuera su fundador y principal mecenas, D. José Villamayor Coto, un gran personaje y entrañable amigo que falleció de forma casi inesperada, pero que dejó una huella imborrable en la cultura mexicana. Fue fundado en reconocimiento a, D. José Villamayor Castro, un reconocido empresario de la industria del calzado y padre del fundador.
La relación del Museo del Calzado de Elda con el Borceguí, ha sido muy intensa con un intercambio de información permanente.
El museo de México aporta a la industria del calzado del país y a la cultura zapatera mundial, un valor añadido de prestigio y calidad. En el momento actual el Museo del Calzado "El Borceguí" es reconocido  como uno de los más importantes museos de la especialidad.

jueves, 8 de agosto de 2019

S.O.S. El Museo del Calzado en la vía de su autodestrucción y la irrelevancia


Así se construyeron los sueños de Elda en 1963 y así se destruyeron en el año 2000

Tanto jugar con fuego llega el momento en que todo se quema.
Hoy miércoles 7 de agosto, el Diario Información nos "regala" una noticia que nos llena de indignación y nos conduce, una vez más, al rincón de los disparates. Como ya anunció Valle de Elda, es la Concejalía de Cultura; el otro día fueron algunos responsables de los museos locales. En palabras de la titular de Cultura, asegura que el nuevo proyecto museográfico concentrará en un solo edificio todos los museos y así se ahorrarán gastos¿por qué no se eliminan todos los museos y así se ahorrarán más gastos? Lo cierto es que por una sola cosa que funciona en nuestro pueblo, además de las fiestas, todos se empeñan en cargársela, y mientras tanto el pueblo calla y otorga. Tras cuatro años de gobierno local en el que han escaseado las inversiones en desarrollo, los esfuerzos por relanzar nuestra industria, las medidas para reactivar el comercio y parar los cierres de locales y el empeño en lograr nuevos objetivos para hacer de nuestro pueblo algo diferente, la mayoría de ciudadanos ha dado la confianza de nuevo en esos líderes para repetir por mayoría absoluta. Con esos triunfos "merecidos", se atreverán con todo. Pero deben saber que la realidad será mucho más dura. El camino estará jalonado de sosegadas críticas y los eldenses un día reaccionarán.
En la vecina ciudad de Elche hace años, y ahora, debido a nuestra forma de gestionar, con más insistencia desde hace meses, un grupo fuerte y dispuesto a llevar los proyectos a buen fin, auxiliados y con medios económicos suficientes provenientes de empresarios, instituciones locales y comunitarias, están dispuestos a tomar el relevo a Elda también en el terreno museístico y, entre otros muchos proyectos relacionados únicamente con el calzado y su industria, tomar el testigo de un Museo del Calzado Internacional, con medios, con apoyos y sin interferencias políticas, "Elche: El Museo del Calzado que España merece y necesita", ante la pasividad de las instituciones eldenses, incluida las del sector zapatero (inexistentes).  Eso es lo que nos merecemos y eso es lo que sucederá por jugar con fuego, por no saber administrar lo que otros, que no los políticos, han sabido crear. Esa es la miseria que este tipo de titulares, de comentarios y de propuestas han conseguido.
No queda más que el conformismo ante unas actitudes, a mi juicio, irresponsables. Ahora ya empieza a ser tarde, en el proyecto ilicitano se contempla incluso la petición formal a nuestro Patronato de la devolución de las piezas y fondos que proceden de cedentes de Elche, también solicitar que aquellas personas que deseen ubicar sus pertenencias en ese otro museo internacional, lo puedan realizar con la certeza de tener mayor escaparate público y menos injerencias. Elche responderá de forma clara a los objetivos de mostrar en un único Museo la fuerza productora del tejido industrial español, Elche logrará imponer sus criterios, una vez más, y Elda de nuevo perderá lo único que nos diferencia, a lo único que debiera alentar con propuestas de crecimiento y no de encorsetamiento. Pero no, ni siquiera son capaces de mantener, ya no de mejorar, lo que cientos de personas dieron de su trabajo y sus mayores esfuerzos en crear, consolidar y mantener (esfuerzo baldío).
Por último, quiero lanzar un grito desgarrador a todos los eldenses sea cual sea su ideología política. Esta situación tiene que tener un final, no nos podemos levantar cada mañana pensando en lo que se va a destruir. Ahorren dinero señores gobernantes: con el cierre de los museos, de los centros culturales (pocos quedan), de la educación o incluso del único teatro que soportan (el otro auditorio ya no recibe nada), así las arcas no se verán mermadas, así todo serán ahorros. Trabajen para las fiestas, que con eso asegurarán sus mayorías. ¡Pobre pueblo nuestro! Quién te ha visto y quién te ve.
Por último, y ya sin apenas esperanza, quiero lanzar un mensaje a todos. Estas palabras deben ser conocidas y deben transmitirse, para que se convierta en un tema viral. Ya hemos vivido circunstancias parecidas. Si en 1991 el pueblo hubiese hablado, es posible que los disparates cometidos con Elda no se hubiesen producido. Con lo visto y vivido hasta ahora, jamás podía pensar que las cosas fuesen a llegar a estos extremos. El daño ya está hecho.

Comentarios

+2#1 Isabel Aracama Torres07-08-2019 16:57
Soy Isabel Aracama y llevo viviendo en Elda 53 años, por lo que me considero una eldense.
Cuando llegamos a Elda, era una ciudad floreciente, había trabajo,mucho trabajo, la gente vivía muy bien, había alegría , teníamos una Feria de Calzado que se hacía en Elda y a donde venían todos los zapateros españoles a comprar los zapatos para la temporada, Elda se conocía por su Feria del Calzado, pero un día los políticos decidieron llevarla fuera de Elda, y ya esos zapateros no volvieron y se olvidaron de nuestra ciudad.
Hubo personas inquietas por la cultura musical, y con buenos contactos, que nos trajeron los festivales de ópera, esto fue un gran lujo, vinieron todos los grandes cantantes del momento, que todavía muchos recordamos con nostalgia , pero los políticos del momento lo consideraron elitista y dejaron de hacerse, a éstos festivales venía gente de todo el mundo. Esas personas inquietas por la cultura musical consiguieron hacer un buen Auditorio con mucho esfuerzo y ayuda de la Generalitat, ahora el Auditorio ADOC se está muriendo pues apenas tiene ayudas….
Tuvimos durante varios años, y gracias a la gestión y esfuerzo de gente eldense entre los que figuraban Ana María Sanchez, un concurso de canto internacional, que por dejadez de los políticos de turno dejó de hacerse. Elda figuraba en todas las revistas musicales mundiales más importantes, y ahora con gran alegría lo ha recuperado la ciudad de Alicante pues sus políticos consideran que es de gran prestigio para su ciudad….
También me indigna pensar que algo tan único como es el Museo del Calzado, conseguido gracias al enorme esfuerzo y trabajo de José Maria Amat y un gran equipo de gente, desaparezca por falta de apoyos e intenten llevárselo a otra ciudad.
Mi marido José Luis Valero, muerto recientemente, también estaría indignado, pues se preocupaba por la cultura de su ciudad.

sábado, 3 de agosto de 2019

¿Sabías qué... La industria de Almansa nació a mediados del siglo XIX y tuvo como referente la gran fábrica de la familia Coloma?

Los zapatos en la ciudad de Almansa se confeccionaban en pequeños talleres que darían lugar a las primeras fábricas, abandonando poco a poco el cultivo de cereales, que era la base de la agricultura local.
Al igual que pasó en Elda, en 1858, la inauguración de la vía férrea Madrid-Alicante que pasaba por Albacete y Almansa, en esta última localidad dio lugar al incremento de los talleres, que en 1887 contabilizaban un censo de 150 artesanos zapateros, unido al importante papel de la arriería en la comercialización de los productos artesanales, que alcanzaba entonces los 96 arrieros.
La familia Coloma de Almansa, con el iniciador, Antonio Coloma Gil, que en 1815 era un zapatero artesano, y con su hijo Francisco Coloma, que era propietario de un comercio de curtidos hasta 1890-91 y, en 1894, también aprendería el oficio de zapatero.
Con el fallecimiento de Francisco Coloma, en 1899, se constituyó la sociedad Hijos de Francisco Coloma, formada por sus tres hijos y como gerente, Aniceto Coloma, que fue el verdadero impulsor como empresario con ideas muy innovadoras y gran visión de futuro. En este periodo se realizarán avances técnicos, organizativos y sociales de una gran envergadura que determinarían el posterior desarrollo de la empresa.
En 1904 eran cuatro los centros de producción de calzado con reconocida solvencia: Hijos de Francisco ColomaJuan Arráez GómezSánchez Hermanos y Cía. y Joaquín Alcocel y Cía. La producción de calzado almanseña en ese año fue de 87.000 pares, mientras que en 1906 ascendió a 1.360.000 pares.
                          
A partir de 1907, la empresa Coloma inició un proceso paulatino de mecanización de la mano de la United Shoe Machinary Company, que duraría varios años hasta su total implantación, debido a lo cual, en 1912, se convirtió en la empresa con mayor producción de España con 1.800 pares diarios.
Hasta la I Guerra Mundial, la producción estaba orientada exclusivamente al mercado nacional. Con la venta masiva de zapatos y calzado para el ejército en Francia, la empresa Coloma se convirtió en la primera exportadora de calzado, y su capacidad de producción aumentó un 75% entre 1913 y 1918. En 1926 llegaría a tener 1.150 obreros.
En 1928 existían en Almansa catorce fábricas de calzado que aglutinaban entre todas 1.537 obreros. Una de ellas, Andrés Sendra (fundada en 1913-1914), aún continúa en activo y contaba en aquel año (1928) con 80 trabajadores.
La Guerra Civil Española supondría un freno al desarrollo de la industria en general, afectando a la industria local del calzado. La más perjudicada, sin duda, fue la empresa Calzados Coloma, S.A. (en 1931 se había transformado en sociedad anónima), donde tras el conflicto fratricida, las cosas no pudieron continuar con normalidad y en 1954 cerró sus puertas.
Con el cierre de Calzados Coloma, que contaba en esos momentos con unos 600 trabajadores, se produjo un fuerte movimiento migratorio de trabajadores, especialmente a Elda, donde el trabajo se mantuvo y crecía con importantes empresas, y que a partir de 1960, relanzaría el trabajo como consecuencia de las Ferias del Calzado.  
También la riqueza auspiciada por la FICIA repercutió en la vecina Almansa, donde resurgieron multitud de pequeñas fábricas, que irían ampliando sus instalaciones en el futuro.