El llamado
"Museo Nacional del Calzado" se encuentra en la ciudad de Izegem, el
la zona occidental de la provincia de Flandes. La población apenas alcanza los
27 mil habitantes y fue uno de los centros más activos de la fabricación de
calzados que se originó en las últimas décadas del siglo XVIII. Los métodos de
producción se mejoraron sustancialmente desde 1830 en adelante, y en el siglo
XX, Izegem se convirtió en el principal centro de producción de calzado en
Bélgica.
Hasta la
década de 1950, las empresas Izegem representaban más del 50% de la producción
belga total. A partir de entonces hubo un descenso que continúa hasta hoy. Pero
las autoridades locales y el pueblo en general tienen muy claro que su riqueza
sigue pasando por la producción de calzados y la diferenciación con otros
producidos en zonas próximas. Izegem reivindica la titularidad cultural del
calzado en Bélgica, sabedores que este complemento atrae, como muy pocos, la
atención y el interés de todo el mundo.
El museo fue
fundado en 1966. Rinde homenaje a la rica historia de la fabricación de calzado
en Izegem. Los visitantes aprenden cómo se terminó un zapato hecho a mano,
obtienen una encuesta general de la fabricación de calzado y los tipos de
calzado a través de los siglos, y se enfrentan con calzado de todos los
continentes del mundo. Una sección especial del museo está dedicada a la
producción de Izegem en los años 2O y 3O de este siglo, lo que resultó en
productos increíbles, verdaderas obras de arte. También cuentan con una rica
biblioteca.
La antigua
fábrica de zapatos "Eperon D´or" ("Espuela Dorada", por la
afición del que fuera propietario a los caballos en el siglo XIX), una de las
más importantes de la ciudad y cerrada en los años 70, lo adquirió el municipio
y se convirtió en un sitio de patrimonio industrial con su museo, servicio de
turismo y hogar de la economía reconocido a nivel regional. Fue reconstruido
por uno de los arquitectos más importantes de Bélgica y fue objeto de una
renovación futurista y moderna, con la colaboración de empresas del sector del
calzado y afines, combinando llamativos granitos rojos con mamposterías y
hormigones vistos, la combinación de materiales fue muy estudiada y representa
la clásica escuela de Ámsterdam. El edificio es una bella construcción
modernista que está protegido desde el año 1999.
Además de las clásicas
representaciones de las secciones de un museo de estas características,
atendiendo a las donaciones de las familias y personas que han donado parte de
sus fondos, este museo se ofrece, previo pago, a celebraciones como: bodas,
presentaciones de artículos o tendencias, conferencias etc., dentro de un marco
muy especial y con estas ayudas se colabora en su mantenimiento. La pequeña
ciudad tiene otras exposiciones o museos y cada una de ellas contempla los
marcos adecuados para resaltar su funcionalidad y la importancia de los mismos
dentro de las perspectivas turísticas y económicas de la ciudad.
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