Los estragos que está causando el coronavirus en el mundo están sembrando de dudas el futuro de las economías más estables.
No sabemos el tiempo ni el alcance de esta epidemia que podría llegar convertirse en pandemia. Pero a la vista de lo que está sucediendo hay que prepararse para los tiempos que vienen.
En lo que respecta a la industria del calzado y, naturalmente la que más nos importa que es la industria eldenses, el cierre masivo de fábricas de calzados y componentes en China y otros países asiáticos, está creando una nueva estrategia en los mercados mundiales ya que la crisis sanitaria ha interrumpido la cadena de suministro de muchas compañías.
El calzado fabricado en China (también los de más alta calidad) está provocando un desabastecimiento en cadenas de empresas importadoras y estas apuntan hacia las industrias de Europa (además de Marruecos) para poder abastecerse de ese tipo de calzado de alta gama. China no sólo es la segunda economía mundial y el mayor de los principales mercados para muchos sectores de lujo y esos sectores, incluido el calzado, no pueden quedarse descolgados.
Ante el descenso ya palpable de los ingresos y la imposibilidad de saber cuándo se controlará la situación, las grandes corporaciones están desvelando, con mayor o menor detalle, el impacto que prevén en las cuentas de 2020.
Los mercados en los que se mueve el calzado influye el aspecto commodity como premisa más importante, por lo cual, la influencia asiática es actualmente mayor.
Es una posibilidad que fabricantes americanos, principalmente, trasladen sus expectativas de compra a nuestro país, que junto con Portugal, se encuentran en las primeras líneas de posibles suministradores de calzado.
¿Qué podemos esperar de nuestra ciudad? Lo podemos esperar todo, pero para ello hay que mover muy bien las fichas y concentrar nuestra oferta porque, en esta ocasión como en casi todas, el pez grande se comerá al chico.
Esta semana pasada pude hablar con algunos agentes de marketings relacionados con las ventas en mercados internacionales y me confirmaron que sí Elda tuviese una oferta centrada y concretada en un determinado lugar, podría hacer llegar un claro mensaje de lo que hacemos. Con nuestras solas fuerzas es posible que no pudiésemos llegar a muchas compañías, pero a través de agentes especializados y con apoyo institucional se podría lograr.
Las empresas interesadas en acometer mercados exteriores necesitan de la colaboración y el apoyo económico que puedan prestar las instituciones, dado que salir fuera a buscar mercado es bastante costoso y que el fruto de esta actividad no suele ser inmediato.
Los Salones Princesa son el escenario donde se podría atraer la mirada de compradores con una muestra agrupada de bolsos y zapatos, serviría de atractivo a las posibles comercializadoras que quieren readaptar su mercado de fabricación.
Es urgente que Elda conozca su capacidad productiva en conjunto y que realice con la mayor urgencia una exposición de los productos y servicios con los que poder dar respuesta, ante una desgraciada situación extraordinaria como la actual.
Sin demora: Unas exposiciones de nuestros productos utilizando el marco de los Salones Princesa y un llamamiento con la colaboración y ayuda económica de las instituciones: Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno Central, a través de los ejecutivos de marketing y comercializadoras de calzado internacionales para atraerles a nuestras ofertas y productos de calidad.
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