El Covid-19 marcará un antes y un después en la actividad económica de la industria del calzado en general.
Sin entrar en las estrategias que tendrá que poner en marcha el sector zapatero para recuperar el ritmo normal de trabajo, hay un factor muy importante que necesariamente tiene que cambiar, me refiero a las actuales Ferias del Calzado.
No imaginábamos el alcance de esta pandemia y la sorpresiva realidad que ha cambiado el panorama mundial en casi todas las facetas de la actividad cotidiana. Lo cierto es que estamos en una situación totalmente diferente que necesitará soluciones también novedosas y creativas. Si las Ferias del Calzado en España ya no funcionaban y se estaban reubicando sus emplazamientos, ahora lo dicho hasta aquí tampoco aporta una solución a corto plazo y requerirá nuevas estrategias.
A lo largo de los últimos años hemos venido demandando una especialización y descentralización en la forma de exponer las colecciones de zapatos. Sin esperar la que se nos venía encima, estábamos convencidos de que una descentralización de Ferias de Calzado que tuviese como nexo común reunir en un mismo espacio los tipos de colecciones que tuviesen características similares, era una fórmula creativa, pero esta nueva situación nos obligará a ser más precisos.
Las Ferias de Calzado multitudinarias darán paso a ferias más concretas dentro de una especialización, con menor cantidad de visitantes y solamente dirigidas a aquellos compradores que realmente estén interesados por este tipo de producto.
Pasará años hasta que podamos olvidar los momentos actuales, también tras estos confinamientos la presencia masiva de personas será un factor que requerirá tiempo y confianza de que todo ha pasado. Mientras esto ocurre, los zapatos deben seguir su camino y no puede haber producción sin ventas, y éstas no son posibles sin mostrar el contenido de las colecciones de cada temporada y contactos con clientes.
El posicionamiento definitivo de la digitalización en las presentaciones y en las ventas será otro de los factores a tener muy en cuenta. La unidad en el tratamiento de la información será otro factor decisivo. Si hasta ahora eran convenientes, a partir de estos momentos, será necesario para actuar con la flexibilidad que requiere el mercado y con la rapidez que necesita el industrial zapatero.
Confiar en nuestro sector de fabricación de calzados es vital en estos momentos, esta situación puede significar un revulsivo para entrar en una forma de actuar diferente de la que podamos salir reforzados.
La comarca del Medio Vinalopó, por la importancia de calidad industrial de los zapatos que fabrica y por su trayectoria histórica, debería tener un importante papel en el nuevo tiempo que se abrirá tras este colapso transitorio.
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