Con este blog tratamos de incorporar noticias relacionadas con el calzado, sus industrias, Museos, complementos y todo aquellas cuestiones que puedan ser de interés general para el sector.
Detalle de la procesión funeraria en la tumba de Ramose.En
el antiguo Egipto el calzado fue símbolo de autoridad y riqueza. Los
faraones y la familia real usaban sandalias enriquecidas con todo tipo
de joyas, sin escatimar el oro tanto en el empeine como incluso en la
suela, con grabados de escenas de guerra y conquista, para que al pisar
el faraón lo hiciese sobre sus enemigos. En la corte se empleaban
calzados para diferentes ocasiones y en base a ello, tanto la sencillez,
como la riqueza del calzado estaba también en consonancia con el
momento.
Hay que destacar la figura de un personaje del antiguo
Egipto que recibía el nombre del portasandalias. En el Museo del Cairo
se encuentra un grabado en piedra que representa a este personaje con un
par de sandalias atado a su mano izquierda y la derecha lleva un
cántaro de agua; debía ser un miembro de la familia real. En los
jeroglíficos se define al portasandalias como el guardián de las
sandalias del rey.
Portasandalias. Paleta de Narmer. Detalle. Hierakómpolis. Aprox. -3100. Museo Egipcio del Cairo.En
las tumbas de nobles de mayor rango que rodeaban a los faraones por sus
méritos, se reproducían pinturas o grabados de escenas de la vida del
difunto o de los actos ceremoniales que se llevaban a cabo. En los muros
del visir de Amenhotep III, Ramose, se representa una procesión que
conducía el cuerpo del difunto a la tumba, acompañado de plañideras y de
un rico ajuar. Entre los utensilios que acompañarían al visir al Más
Allá, figura iniciando el desfile, un porteador que lleva dos cajas con
ushebtis (figurillas funerarias) y pendientes del soporte, las sandalias
del difunto.
En la iconografía el testimonio más antiguo conocido
de personajes calzando sandalias lo tenemos en la estatua sedente del
Príncipe Ahmosis (dinastía XVII); también en la pintura en la estatua de
la dama Senté en la tumba de Antefoker (Visir de Sesostris I, en la
dinastía XII), pero excepcionalmente se muestra en la V dinastía a un
joven calzando una sandalia. En determinados ataúdes de madera aparecen
pinturas de sandalias pertenecientes a la XI dinastía. En papiros
hallados en las excavaciones en el Valle de los Reyes, se observan como
algunos trabajadores calzaban sandalias de junco que proveía el estado y
para ocasiones especiales se confeccionaban en lino.
Sandalia egipcia con la punta hacia el empeineEn
el estipendio que recibía el obrero se encontraba además del aceite,
ungüentos o perfumes, un par de sandalias y Ramses II proclamaba: “Para
vosotros he llenado los depósitos con toda clase de cosas: pan, carne,
pasteles, sandalias..... y que en todo tiempo dispongáis de buen
calzado".
Sandalias funerarias de oro femeninas. Largo 25,5 cm. Tebas, Tumba de las Princesas. Dinastía XVIII. Metropolitan Museum of Art.Uno
de los calzados más importantes descubierto en su tumba, fue unas
sandalias pertenecientes al rey Sethi II hacia el año 1.190 a.C., este
rey tuvo un hijo heredero del trono llamado Siptha que murió
prematuramente y su madre la reina Tuseret le hizo construir una tumba
en el Valle de los Reyes, numerada con el 56 y que fue saqueada en la
antigüedad, pero en los restos se hallaron unas sandalias de plata de 13
cm de largo por 4,8 cm de largo. También son dignas de destacar las
sandalias funerarias de oro pertenecientes a Psusennes I en 1-036 a 939
a.C. que están grabadas con motivos florales, miden 23,5 cm. y se
empleada solamente para ceremonias en las que intervenía el faraón.
Sandalias de Psusennes I.Las
sandalias de Shenshonq II de la dinastía XXII, hacia el año –890, eran
de oro y medían 29 cm., se conservan en el Museo del Cairo. Pero uno de
los reyes que mas cantidad de sandalias dejó para nuestros días fue
Tutankamon, que aparecieron en su tumba en un estado de conservación
casi perfecto, las había de junco, papiro, plata, oro, cuero y otros
materiales nobles y preciosos, todas con incrustaciones de piedras y
metales preciosos, la mayoría se encuentran en El Cairo; también en el
Museo de Berlín hay una gran cantidad de sandalias realizadas en los más
diversos materiales y formas.
Los calzados egipcios estaban
hechos por expertos zapateros que realizaban tanto zapatos de oro y
plata, como otros más sencillos pero con una gran perfección en trazo y
línea. En los restos del ajuar encontrado en la tumba de la "Gran
Esposa" de Ramses II Nefertari, que murió en el año 1255 a.C., se
encontraron unas sandalias que pertenecieron a la reina y que estaban
hechas con gran profesionalidad empleando fibras de hoja de palma y
papiro.
Sandalias que pertenecieron a la esposa de Ramses II, la soberana Nefertari.* Publicado en semanario Valle de Elda. José María Amat Amer. Fundador del Museo del Calzado de Elda.
La
historia de Egipto comienza unos 3.000 años a.C. y quizá sea la
civilización que más vestigios del pasado nos ha legado, debido a la
creencia de esta cultura en la existencia de una vida después de la
muerte, en la que el difunto podía disfrutar de los bienes terrenales de
su anterior existencia; sus representaciones con una compleja
simbología en la que todo tenía una interpretación.
Existían
prendas que diferenciaban las clases sociales entre los que la portaban,
y también una serie de significados en función del tipo de vestimenta y
la persona que la llevaba. La poderosa clase sacerdotal, que eran los
encargados de los templos egipcios, empleaban pieles de animales para
cubrirse con la creencia de que la fuerza de la bestia podría
influenciar en su propia fortaleza física. Además del empleo de lino
tejido, el material más común y al alcance de todos era el papiro, un
junco que crece de forma natural a orillas del río Nilo y con él se
confeccionaban los calzados, aunque también el empleo de fibras
vegetales como ramas de palmeras entrelazadas con adornos de diversos
metales o piedras semipreciosas, era una forma de calzarse en aquella
antigua civilización.
Sandalias de oro halladas entre el ajuar de Tutankamon.
Habitualmente
los egipcios no iban calzados y solamente en determinados momentos o
las clases altas, llevaban sandalias que sujetaban al pie o a la pierna
con cintas o correas de papiro o de cuero.
Los
colores de los vestidos y del calzado tenían unas simbologías: El
amarillo representaba a lo eterno, imperecedero, indestructible y estaba
estrechamente relacionado con el oro y el sol, atribuido al dios Ra era
el color del faraón. El color verde era para los antiguos egipcios,
símbolo de frescura y vida, de la tierra y de la fertilidad. El azul el
símbolo de la verdad, de vida y renacimiento. El blanco, el de la
pureza; es el color de la limpieza y la santidad, este color se usaba
para representar el vestido de la mayoría de egipcios y simbólicamente
el blanco estaba estrechamente relacionado con el sacerdocio. El rojo
era el símbolo de la masculinidad, se asociaba con el fuego y con la
sangre, también podía significar destrucción y muerte. Era el color del
desierto, naturalmente opuesto a la fertilidad.
Sandalia hecha de papiro encontrada en la tumba de Tutankamon. Museo del Cairo.
Los
primeros zapatos descubiertos en tumbas y dentro de lo que llamaríamos
el ajuar del difunto, pertenece al periodo o reino Arcaico, y datan de
la I Dinastía.
Gracias a esos enterramientos, hoy podemos
disfrutar en los museos de todo el mundo de variedad de calzado egipcio
de las más variadas formas, colores y materiales.
Parte del ajuar descubierto por Howard Carter en la tumba de Tutankamon.
Podemos
imaginar aquel sorprendente descubrimiento el 16 de febrero de 1923,
cuando Howard Carter abrió la cámara y fue el primero en ver el
sarcófago de Tutankamon y todo el ajuar funerario del "Faraón niño" que
permanecía intacto, a diferencia de la mayor parte de tumbas reales que
fueron violentadas y robadas a lo largo del paso de los siglos. Allí se
descubrieron, entre otras joyas de valor incalculable, zapatos de oro,
madera y marfil, además de otros de cuero. "[...]Había sandalias, por ejemplo, con dibujos hechos a base de cuentas, cuyo lado se había podrido.
Tal
como estaban en el suelo de la cámara parecían estar en perfectas
condiciones, pero si intentábamos cogerlas se nos quedaban en las manos y
todo lo que teníamos como premio a nuestros esfuerzos era un puñado de
cuentas sueltas y sin objeto alguno.
Las sandalias eran
un claro caso de tratamiento inmediato : con un hornillo de alcohol,
parafina, y una o dos horas para que ésta se endureciera, la sandalia
podía obtenerse y manejarse con libertad […]''
Para los
egipcios, las sandalias eran algo especial y respetar esa prenda era
sinónimo de magnanimidad. Uni, Gobernador del Alto Egipto y General de
los ejércitos del Rey, decía: “Sin embargo, yo fui quién organicé el
ejército, a pesar de que mi cargo era el de Jefe de los Terratenientes
del Faraón, y quien aseguró el buen equilibrio de la situación, de
manera que ninguno de ellos tomó panes ni sandalias a los que se
hallaban en el camino [...]” Esas mismas tropas se trasladaban de un
lugar a otro con las sandalias en la mano o sujetas a un bastón y se
calzaban cuando llegaban a destino".
Interior de una de las salas de Museo del Cairo.
Había una diferencia entre calzado de uso ordinario o cotidiano y el de ceremonia o para actos fúnebres. En el último viaje
y teniendo en cuenta la creencia de una vida más allá, el calzado
conservaba determinados signos de rango, así los sacerdotes eran
embalsamados y calzados con sandalias de papiro y no se les podía poner
otro tipo de material en el calzado ni otro tipo de modelo de sandalia
más que la exigida para estos ritos (Herodoto II:37), también el propio
Herodoto nos relata que “Los quemitas cuentan que Perseo se les aparece con la sandalia que ha calzado, cuando esto ocurre es signo de prosperidad”
(Herodoto II:91). Las sandalias blancas eran señal de pureza en los
ritos funerarios y cuando el difunto las calzaba, se presentaba ante
Osiris como símbolo de que estaba libre de polvo o suciedad.
* Publicado en semanario Valle de Elda. José María Amat Amer. Fundador del Museo del Calzado de Elda.
Los persas o farsíes fueron un
grupo étnico que habitó Irán , Afganistán y Tayikistán. También el
pueblo persa, 1400 a.C. nos han legado algunas representaciones de
personajes con calzados. Los jarrones de cerámica, las esculturas y los
grabados de la época evocan un tipo de calzado característico. El
calzado de los persas seguía las mismas pautas que el del pueblo Asirio,
es decir, los soldados llevaban un tipo de calzado de piel. Para lo que
llamaríamos "la infantería", esos guerreros que se movían a pie de un
sitio a otro, el calzado era sencillo, flexible y ligero. Pero los
solados a caballo calzaban botas, en algunos casos con polainas,
alcanzando gran celebridad los arqueros a caballo. El pueblo que se
dedicaba a las faenas agrícolas iban descalzos o empleaban un calzado
hecho de fibras vegetales.
Guerrero de caballería persa y soldado de tropa de choque a pie
Los
reyes Darío y Ciro, en algunas representaciones, aparecen con calzados y
plataformas ricamente adornados, se sabe que los reyes y la nobleza
empleaban el oro, la plata y el marfil para adornar parte de su
indumentaria, incluidos los calzados.
Por
el color del calzado también se diferenciaban las clases: pasaban del
amarillo para los poderosos, al cuero con curtimbre vegetal y las fibras
vegetales para los más humildes.
Los reyes tenían un cuerpo de
élite que se les llamaba "los inmortales" porque cuando caía un solado
en la batalla, se le sustituía inmediatamente por otro y utilizaban
calzado cómodo y flexible.
Friso llamado de los inmortales que presenta arqueros persas con sencillos calzados
La
mujer que empleaba túnicas y velos, usaba unos sencillos zapatos de
tela o cuero con adornos de oro y cintas atadas al pie o pierna.
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* Publicado en semanario Valle de Elda. José María Amat Amer. Fundador del Museo del Calzado de Elda.