domingo, 1 de diciembre de 2019

Visitando los Museos. Museo del Calzado de Novo Hamburgo en Brasil



01 DICIEMBRE 2019

La ciudad de Novo Hamburgo es el foco preferente de la industria zapatera en Brasil.

El museo del calzado está ubicado en el Campus I de la Universidad de Feevale. En dicho lugar se mantiene una exposición permanente, muy cuidada y catalogada, con una serie de actividades culturales ligadas al diseño de la moda. 



El Museo Nacional del Calzado está preparado para mostrar a la comunidad internacional el gran atractivo de diseño y calidad de la industria del calzado brasileño. Muestra la trayectoria histórica de la ciudad, de su industria y del calzado.
     
Novo Hamburgo muestra con orgullo este museo que emplazado en la zona histórica de la ciudad, en un edificio que también tiene su propia historia como un recinto emblemático del pasado histórico de esta pujante ciudad que fue impulsada por familias alemanas desde 1824. Novo Hamburgo es hoy una gran ciudad con más de doscientos mil habitantes situada en el Valle del río Dos Sinos, a 40 km de la capital del Estado, Porto Alegre. Hasta los años 90 su industria principal fue casi exclusivamente el calzado pero la fuerte crisis de aquellos años forzó a una diversificación industrial con éxito.
J.M.A.

sábado, 23 de noviembre de 2019

Elda y el calzado en la antigua Estación de Autobuses de Alicante

La antigua estación de autobuses de la calle Portugal en Alicante, es un lugar que todos los eldenses hemos visitado cientos de veces en el pasado, sin embargo con el traslado en septiembre de 2011 a las nuevas instalaciones en la zona portuaria de la capital, abandonamos aquellas visitas frecuentes y el lugar se convirtió en una zona destinada al esparcimiento, con jardines y plaza remodeladas, y lo que era la edificación de la estación se convirtió en sede de eventos relacionados con la cultura especialmente.
En esa nave del antiguo lugar de salida y entrada de autobuses de diferentes líneas, hay dos pinturas murales realizadas al temple por Gastón Castelló, de 9 x 8,35 metros, en el año 1949 y restauradas por el mismo autor en 1970. En una de ellas figura representa a la provincia de Alicante con sus pueblos y su red de carreteras, y escenas de las diferentes actividades industriales, agrícolas y artesanales, y en el otro un plano aéreo de la ciudad que resalta los lugares y monumentos más emblemáticos. Todo ello tal como lo concibió el autor en aquel año de 1949.
 
El cambio producido desde aquellos tiempos ha sido enorme. Pero si circunscribimos lo que afecta a nuestra población, observamos que a Elda se le atribuye la importancia y preferencia del dominio en la fabricación de calzado, y efectivamente en aquellos años Elda vibraba frente a cualquier otra población por su importante industria y su bien cuidado zapato, incluso teniendo en cuenta que en aquel tiempo la ciudad está marcada como una población de menor importancia frente a Novelda o Monóvar que era la sede judicial de la comarca.
 
Si el visitante, especialmente los más jóvenes, pasan por esa nave, contemplarán la obra de un gran artista y sentirán la misma satisfacción que sintieron sus padres cuando llegaban o partían de esa estación rumbo a nuestro pueblo, al contemplar a unos zapateros representando la industria provincial del calzado.

Diversificación del calzado en el Medio Vinalopó: Guía para una idea utópica



Polígonos modernos y bien comunicados son imprescindibles para el sector.

No es la primera vez que hablo de la deseada diversificación industrial de nuestra comarca.
Escribí un artículo en la revista Alborada en septiembre de 1977 y de nuevo en el blog de Valle de Elda en abril de 2019.

Dije, y me reafirmo de nuevo, que la ansiada diversificación de una comarca que tiene como principal actividad económica la que proporciona una única fuente industrial, es muy comprometida y arriesgada. Lo hemos padecido en varias ocasiones a lo largo de nuestra historia reciente.
Pero llegamos a un punto en el que, o todo o nada, es decir, o tomamos el asunto muy en serio o cada vez seremos menos en este valle y nuestros jóvenes tendrán que salir a buscar trabajo a otras ciudades.
La situación todavía no es dramática, si bien empieza a dar indicios muy serios de que esto así no funciona.
Asumiendo riesgos quiero dejar constancia de los planteamientos que, desde hace años, vengo observando y tratando de trasladar a nuestra comarca con la vista puesta en esa meta final, la diversificación.
Conocí y viví como profesional, la desaparición de los Altos Hornos de Sagunto, la pérdida de casi cuatro mil empleos y la posterior recuperación con éxito de la nueva diversificación industrial en la zona. Aquello tardó casi diez años en reafirmar un nuevo rumbo, pero se consiguió. Deseo trasladar a la opinión pública que las circunstancias de Altos Hornos en Sagunto, una ciudad con dos núcleos urbanos y alrededor de cincuenta y siete mil habitantes, bastante menor que las suma de nuestras poblaciones del Medio Vinalopó (Elda y Petrer). Pero aquello fue otra cuestión muy diferente a la de la pérdida de nuestro calzado. Sagunto por cuestiones de otra índole y a pesar de las grandes inversiones realizadas en su acerería, cerraba por no ser competitiva. Una cuestión diametralmente diferente a la de nuestro calzado que solamente requiere complementar, con ayuda de la Generalitat y el Gobierno Central, el aporte necesario para que nuestras comarcas se mantengan y crezcan.
Sagunto no es el Medio Vinalopó: Nuestra supervivencia como poblaciones industriales se mantendrán pero no veo la posibilidad de crecer y sí un riesgo de ir mermando el mercado laboral. El caso de la ciudad saguntina era a vida o muerte, o se actuaba con firmeza o el paro sería total de la noche a la mañana.
Medios materiales e inmateriales en Sagunto: La población necesitó ayudas directas por valor de cientos de millones de pesetas y miles de metros cuadrados de superficie industrial, además de la jubilación de más de mil empleados. Aquello movilizó fondos importantes de todas las administraciones, pero también un claro deseo de repoblar, industrialmente hablando, aquellas zonas que surgían con dinero público (entre 50 y 100 mil millones de pesetas). La tenacidad de los habitantes de Sagunto y el Camp de Morvedre en general, continúa y sigue acudiendo a programas que la Generalitat promueve para mantener el nivel de empleo creado hace 35 años y que golpea de vez en cuanto a determinadas industrias punteras de la zona
Medios materiales e inmateriales para el Medio Vinalopó
Dejando claro que la situación no es comparable y surge por motivaciones diferentes. Vamos a tratar de marcar un camino para que podamos debatir conjuntamente las mejores soluciones de una situación intranquila.
Las comarcas del Medio Vinalopó, especialmente Elda y Petrer, deben mantener sus respectivas actividades industriales centradas en el calzado y el bolso o la marroquinería en general, aunque en este plan propuesto habrá que fijar metas muy claras para desmarcarse de políticas generalistas del sector que en poco beneficiarán a nuestra comarca.
Sin embargo la diversificación no viene por influencia divina, es más, en esa diversidad de trabajo la sola fuerza empresarial es imposible que llegue a poco en un periodo de tiempo corto. Reconvertir cinco o seis mil puestos de trabajo a otros sectores diferentes al calzado, no hay fuerza empresarial o inversión privada que pueda conseguirla. Por lo tanto es necesario y urgente que los cauces políticos funcionen para valorar el daño y efecto que puede provocar pérdidas en la fabricación de calzado y afines.
El compromiso de unos beneficios fiscales y económicos son sustanciales en el plan. La Generalitat debe obtener por sí o por su fortaleza en el Gobierno de la Nación, conseguir incentivos que redirijan a emprendedores y empresarios a ubicar sus industrias y servicios en esta zona geográfica. Pero eso no bastaría, además los Ayuntamientos deben proveer de suelo industrial en condiciones económicas aceptables y bien comunicados, porque los polígonos de Elda y Petrer serían insuficientes. Un Polígono Industrial Mancomunado en la zona más adecuada de ambos términos sería lo deseable.
Hecho lo anterior quedaría, a mi criterio, lo más importante que complemente esas ayudas: La firme voluntad de la Generalitat para encauzar las inversiones hacia esta zona a desarrollar.
Eso es posible y lo viví directamente con algunos de los empresarios venidos de fuera de la Comunidad en aquella década de los años 80 y 90. Las Consellerias implicadas deben redirigir las demandas de suelo a nuestros polígonos para hacer florecer nuevas industrias diferentes al calzado. Esta es la verdadera fuerza inmaterial y de menor coste económico.
Elda pudo hacerlo en 1986 con la Ley otorgada a nuestro pueblo y áreas de influencia de Preferente Localización Industrial, con ayudas a fondo perdido del 25% del total de la inversión, con créditos preferentes y exención de impuestos de carácter industrial. Pero la necesidad de desplazar la industria que, hasta esas fechas, estaba ubicada en el centro de la ciudad, copó la mayor parte del terreno industrial disponible, de nuevo en industrias del calzado que se trasladarían del casco urbano a ese polígono recién creado.
Ha pasado más de treinta años y la situación es casi la misma sino peor. Las industrias de Elda y Petrer necesitan diversificarse y desarrollarse sosteniblemente, incentivando un cambio de modelo productivo para desarrollar la innovación, mejorar los ejes de infraestructuras de la comarca, generar entornos de apoyo a las empresas y a la inversión productiva y generar empleo en los sectores afectados por procesos de deslocalización, sin perder de vista el desarrollo de modelos de formación que conecten con las necesidades reales de los sectores estratégicos. Esto y mucho más debe comprometer al poder político para exigir con firmeza y con determinación los apoyos necesarios.
Pero todo lo anterior no debe hacernos olvidar que nuestra industria actual, la del calzado, debemos mejorarla y liderar lo que entendemos nos corresponde por derecho, ese liderazgo en zapatos de mujer de media y alta gama. Para ello no repetiré lo que ya he dicho tantas veces. El prestigio de nuestro calzado es el que puede mantener el empleo en la comarca, apoyemos las propuestas de exponer nuestros diseños, creemos tendencias desde Elda, marquemos el origen de nuestra fabricación y concertemos apoyos entre empresas y universidad para obtener financiación en acciones que tiendan a potenciar nuestro zapato.
Quien quiera oír que oiga.
La idea de la fuerza o la fuerza de las ideas.
En términos económicos: «Cuando a una idea le ha llegado su momento, ni los ejércitos más poderosos pueden detenerla». Luchemos por ella.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Visitando los Museos. Museo del Calzado de San Juan de Madeira en Portugal


Una de mis últimas visitas para percatarme de la realidad de los museos del calzado en Europa, ha sido a San Juan de Madeira, en la zona norte de Portugal, cerca de Oporto, con una superficie muy pequeña de término municipal, apenas ocho kilómetros cuadrados, y una población que no alcanza los 22 mil habitantes.
En esa ciudad, centro industrial del calzado portugués, quedé gratamente sorprendido y asombrado de comprobar que todo lo que deseamos para España y el Museo del Calzado de Elda, en esa población se realiza con acierto.
Museos en lugares emblemáticos
Empecemos por decir que en ese pequeño pueblo hay hasta tres museos: el de calzado, otro de sombreros que rememora la industria del pasado y un tercero de arte contemporáneo. Todos disfrutan de áreas y espacios diferentes en edificios diferenciados y acordes con sus características. El de sombreros en el edificio de lo que fue una gran industria sombrerera de tres plantas, acondicionado con modernos entramados de madera y acero que no desdicen la belleza de las instalaciones y proceso productivo; el museo de arte contemporáneo está instalado en lo que fueron naves industriales cerradas, con amplísimas superficies y una exposición de obras de artistas portugueses y extranjeros.
El Museo destinado al calzado
El edificio destinado a Museo del Calzado es de nueva planta dedicado íntegramente a ese uso, con oficinas, almacenes  y un conjunto de salas que me dejaron atónito. La inversión realizada en este museo es enorme y fue el Ayuntamiento de la localidad el que realizó semejante  desembolso. Pero el mantenimiento es de una fuerza creativa increíble: los paneles programados con información, el servicio de atención al visitante, el conjunto de vitrinas y expositores de diseño  y en relación a su entorno.
La historia del calzado; la historia de la industria de la ciudad; la mecanización de las fábricas; el arte en el calzado y las marcas: la historia de las industrias más representativas de antaño; las marcas de calzado actuales y los diseñadores. Esto y mucho más puede encontrar el estudioso o el visitante de este tipo de museos.
           
Sin embargo lo más impactante para mí fue la proyección de la ciudad desde el diseño y las marcas.
La industria actual, el diseño y las marcas
 
Mención aparte merece el capítulo de promoción de las marcas y el diseño portugués. Cada uno de los diseñadores y  marcas de mayor prestigio y calidad, disponen de una vitrina individualizada donde se exhibe un zapato con el historial correspondiente. Acompañando a este ilustrativo reclamo, se presenta en un panel electrónico un índice alfabético donde el visitante se introduce en la marca o empresa y sigue las líneas de producción, de calidad y de diseño. Una forma de promoción magnífica que dirige al posible comprador, con una pincelada de información, al producto que pudiera interesar.
El Museo del Calzado portugués recrea con orgullo el pasado del sector, pero sobre todo el presente y futuro. En un edificio amplio y con posibilidades de ampliaciones sucesivas para poder unir otras muestras de complementos, e incluso vestidos de época con calzados al uso. Sencillamente sobresaliente.

lunes, 14 de octubre de 2019

Visitando los Museos. El Museo del Calzado de Zlin en la República Checa


Zlin es una ciudad que se aproxima a los 80.000 habitantes. Se encuentra en la zona occidental del país, próxima a la frontera eslovaca. Es una ciudad que debe su fama a la producción de calzado. En esta ciudad nace a finales del siglo XIX la multinacional Calzados Bata, presente en todo el mundo. En pocos años multiplicó su población y la producción y los empleados dedicados al calzado crecieron de forma excepcional.


El museo del calzado se halla en el centro de la ciudad que es además capital de la industria del calzado checa. Más de mil piezas nos guían por la producción de la empresa legendaria Baťa (1884–1945) y la historia del oficio que desde hace mucho se transformó en un icono para el país.
El auge de su industria y de la ciudad se debe fundamentalmente a  Tomasz Bata Junior, uno de los zapateros más famoso del mundo, hijo del legendario fundador de la compañía Bata. Construyó el conjunto arquitectónico en la ciudad de Zlín, la única ciudad «americana» en la Checoslovaquia de la primera república. En su tiempo se trataba de edificios con una  arquitectura funcionalista y la maquinaria más moderna para fabricar calzado, con nuevos métodos de dirección de empresa.

El rascacielos llamado «Veintiuno» fue en la época de su origen el segundo edificio más alto de Europa. El equipamiento del despacho de Baťa ha sido reconstruido cuidadosamente. En la planta superior «21» se encuentra una terraza que se puede visitar durante todo el año y que ofrece unas impresionantes vistas panorámicas a la colonia de las casas de Baťa que construyó para empleados y servicios.

La fábrica de calzado, construida en Zlín, se convirtió en el principal motor de crecimiento de toda la ciudad. La compañía construyó supermercados, salas de cine, hospitales, escuelas, instituciones científicas, talleres de cine e innumerables edificios de apartamentos nuevos. La población creció rápidamente a partir de ese momento.

 

Hoy en día es una ciudad famosa además por su arquitectura, ya que es una ciudad diseñada en su totalidad como "ciudad-jardín", que se cuida como ejemplo de lo que fue, una ciudad industrial que tenía y tiene el calzado como su principal exponente.

El Museo Bata de Zlin ha requerido una inversión muy cuantiosa a la que han colaborado tanto la Fundación Bata como el Ayuntamiento de la ciudad. Visitar sus salas y contemplar las vitrinas y recreaciones nos transporta a ese mundo de producción zapatera de calidad, creación y diseño. Los zapatos alternan en algunas fases de la exposición con otras prendas y complementos: Vestidos en piel y bolsos especialmente.

La ciudad de Zlin es un claro ejemplo del compromiso de sus instituciones con el calzado y su industria.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Visitando los museos. Museo de Bata en Toronto




Este magnífico museo está ubicado en Toronto, Canadá, el Bata Shoe Museum (BSM), allí se muestran miles de zapatos y utensilios relacionados, donde se superan los 13,000 objetos, en un emblemático y galardonado edificio del arquitecto Raymond Moriyama. Consta de cuatro galerías impresionantes donde se muestra la historia del calzado en 4.500 años.
El trabajo de su fundadora Sonja Bata, una apasionada coleccionista, filántropa, viajera mundial y líder empresarial, dedicó su vida al aprendizaje y al descubrimiento permitió reunir una de las mejores colecciones del mundo y crear el museo de calzado más importante de América del Norte. Dentro de un edificio impresionante, construido y diseñado expresamente para este museo recoge también la historia de la moda.
 
   
Los zapatos son una indicación de gusto y estilo personal. Sin embargo, los zapatos también nos pueden decir mucho sobre el desarrollo tecnológico del mundo y pueden marcar cambios en las actitudes y valores de la sociedad. El calzado ilustra formas de vida completas, refleja el clima, las creencias religiosas y el desarrollo de los oficios, y cómo las actitudes hacia el género y el estatus social cambiaron a través de las edades.

En 1979, a partir de la colección que reuniera la Sra. Bata, se creó la Fundación Bata Shoe Museum. A lo largo de los años, la Fundación financió el trabajo de campo para recolectar e investigar calzado en comunidades donde las tradiciones están cambiando rápidamente, especialmente las culturas indígenas y los grupos circumpolares de América del Norte en Canadá, Siberia, Alaska y Groenlandia. Estos estudios de campo han dado como resultado muchas publicaciones académicas para la Fundación, desde The Typology of Native Footwear hasta Spirit of Siberia: Traditional Native Life, Clothing and Footwear.
Sin embargo, el objetivo principal de la Fundación era establecer un centro internacional para la investigación del calzado. El resultado fue el Bata Shoe Museum, con su colección inigualable de más de 13,000 zapatos y objetos relacionados.
El 6 de mayo de 1995, el Museo Bata Shoe abrió sus puertas en 327 Bloor Street West en el centro de Toronto, en un edificio icónico diseñado por Moriyama y Teshima Architects. Como un museo especializado único de clase mundial, se ha convertido en un importante destino para visitantes y residentes por igual. El Museo de Bata también atiende a eventos relacionados con la cultura en general, pero siempre con el denominador común del ambiente en el que se ha inspirado, el calzado.
        

En este museo se concentra toda la esencia del calzado en el mundo y es una claro reclamo para el zapato canadiense que se admira en todo el mundo a través de uno de los museos más importantes relacionados con el zapato.

La Fundación creada atiende a la financiación de sus actividades, sin embargo contempla una serie de socios y patrocinadores en un amplio abanico que va desde instituciones regionales hasta financieras, con una amplia representación de aportaciones de empresas y particulares que desean tener el honor de contribuir a su mantenimiento. También cuenta con una organización de voluntariado que se ocupa de diferentes funciones dentro de la organización.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Las marcas españolas triunfan en New York


Concretamente en el centro de Manhattan se está celebrando con el FashionLab, la agencia de moda europea, un evento relacionado con la moda en España o mejor dicho la "moda española". En esta exposición y presentación se han seleccionado cinco firmas españolas de calzado: la eldense Chie Mihara junto con Antonia's, Rita and Co, Tucca Towels y Q2.

Es una enorme satisfacción que la marca de zapatos de Elda Chie Mihara, figure entre las seleccionadas como puntera en diseño y calidad.  La mejor definición de la calidad de sus zapatos está en su página web:  "Un zapato de espíritu libre para el uso diario. Femenino, audaz, único, bien hecho y con una atención incondicional para el máximo confort".
Elda tiene una nueva embajadora en esa marca de zapatos que, aunque en España es apreciada y conocida, en Estados Unidos de América no había tenido la repercusión que ahora, con esta exposición, ha alcanzado llegando al gran público.
Desde el Museo del Calzado saludamos esta iniciativa y felicitamos a las empresas españolas que han conseguido esa alta cualificación para estar entre las mejores marcas de moda española.
"España está de moda" y eso es muy importante tratándose de calzados, para conseguir penetrar en la "Gran Manzana" que es una de las puertas más importantes de entronización de productos de calidad, pero especialmente de moda.
*Publicado en la web del museo del calzado de Elda www.museocalzado.com el 16-09-2019

Visitando los Museos. El Museo Internacional de la Calzatura "Pietro Bertolini" de Vigévano

15 SEPTIEMBRE 2019
En una de las salas de este museo se muestra una talla escultórica que representa al zapatero y el aprendiz, un bello conjunto que nos habla de la continuidad del oficio de zapatero en la ciudad.
Pero Vigévano tiene mucho más referido al calzado, en una de las zonas de la ciudad se presenta un museo de la maquinaria, en el que se recogen piezas muy singulares de la maquinaria antigua dedicada a la fabricación del calzado. El visitante que busca huellas del calzado y de la industria, recorre la ciudad para descubrir lugares diferentes que muestran la historia de un sector que, En Vigévano nace en 1866 la primera fábrica de calzado por los hermanos Luigi y Pietro Bocca. Años después, en 1901, se crea la primera fábrica italiana de máquinas para fabricación del calzado de Antonio Ferrari, con estos dos magníficos puntales Vigévano se convierte en la ciudad italiana más importante de fabricación de zapatos y maquinaria para el calzado.
      El Museo Internacional del Calzado se crea en el lugar más emblemático y donde lleva siglos dedicándose a la industria del calzado y afines. El museo ocupa un recinto único y maravilloso, nada menos que el Castillo Sforzesco, una ubicación que ofrece amplios espacios para el equipamiento así como para lucir ejemplares únicos y curiosos que allí se conservan. El objetivo del Consorcio, del Ayuntamiento y de los industriales de la zona es que por medio del museo dar a conocer la historia y la economía de Vigévano a través de su producto por excelencia y mostrar la evolución internacional del calzado desde la perspectiva de su valor como objeto de diseño y moda.
Italia produce y exporta la mayor cantidad de zapatos, de todo tipo, que se producen en cualquier país de la Unión Europea. Gracias a la profesionalidad de los fabricantes y la destreza empresarial de los propietarios de las fábricas de calzado, Vigévano ha ganado una sólida reputación comercial y es líder en el mercado del calzado y de la maquinaria.
El Museo del Calzado lleva el nombre de su fundador, Pietro Bertolini, que desde los años 30 del siglo pasado había comenzado a coleccionar calzado histórico, documentos, recuerdos, objetos de diversos tipos relacionados con el mundo del calzado, constituyendo así, en pocos años, un verdadero museo privado dedicado al zapato. En octubre de 2016, se inauguró un nuevo diseño que hizo que el Museo fuera aún más atractivo, sus instalaciones recogen una amplia colección de zapatos antiguos y también los correspondientes a famosos diseñadores internacionales. Recorriendo sus salas podemos apreciar la historia del calzado de Italia a través de zapatos de todas las épocas, junto con otros de personajes famosos entre los que destacan algunos Papas de la Iglesia Católica. En el llamado "Salón de los Milagros" se crea una impresión que contiene una zapatilla hecha por Elsa Schiaparelli, que Salvator Dali creó para su esposa Gala.  

Aunque ha ido diezmando sus instalaciones industriales, Vigevano conserva todavía el prestigio de ser la ciudad del calzado de Italia.

viernes, 6 de septiembre de 2019

El Museo del Calzado de Hauenstein - Alemania.

El German Shoe Museum (Museum für Schuhproduktion und Industriegeschichte), se encuentra instalado en el pequeño pueblo de Hauenstein, con apenas 4000 habitantes, un municipio situado en el distrito de Palatinado Sudoccidental, en el estado federado de Renania-Palatinado. Ubicado al sur del estado, cerca de la ciudad de Pirmasens y de la frontera con Francia. Sus exposiciones muestran el desarrollo de la industria local del calzado.
El contenedor de ese museo lo forman cuatro pisos de una antigua fábrica de calzados que, el municipio y empresas del sector, han remodelado y modernizado para formar un conjunto museístico que pretende mantener en primera línea el valor de la calidad de los zapatos fabricados en la zona, la poca industria existente y reforzar la economía mostrando el verdadero valor de la calidad y el diseño de calzado.
La exposición muestra los inicios de la industria del calzado en la cercana ciudad de Pirmasens , que se remonta a alrededor de 1800. A mediados del siglo XIX, Pirmasens se había convertido en el sitio más importante de la industria alemana del calzado. Esto afectó al pequeño pueblo de Hauenstein, que en aquellos momentos se dedicaban a la agricultura y trabajados forestales.
En 1886, los hermanos Seibel fundaron la primera fábrica de zapatos en Hauenstein. Para 1914, se habían establecido veinte fábricas, con más de 1,000 empleados. A pesar de las presiones para combinar lo que surgió de la ocupación francesa, las crisis económicas y los años de guerra, el número de fábricas había crecido en 1960 a 35. Sin embargo, a partir de entonces, la automatización progresiva y la reubicación de la producción a países extranjeros condujeron a una seria crisis estructural. crisis en la industria del calzado alemana, lo que dio lugar al cierre de numerosas empresas.
En la planta baja del edificio del museo se exponen las herramientas y utensilios de la fabricación de calzado desde 1740 hasta 1918, desde máquinas de vapor hasta alojamientos típicos para los trabajadores en una fábrica de calzado. El piso superior alberga una colección de más de 3.000 pares de zapatos históricos propiedad de un coleccionista de zapatos de Viersen , Ernst Tillmann.
En el segundo piso con zapatos y utensilios de los años 1918 a 1945. Se muestra una fábrica de zapatos "moderna" que todavía funciona ante las miradas de los visitantes.
El museo encajó el impacto de la Segunda Guerra Mundial y su afección a la industria del calzado y los tipos de zapatos fabricados. También en este museo se encuentra el par de zapatos más grande del mundo: una talla 248. Al final de la visita hay un conjunto de zapatos de varias personas prominentes, como Angela Merkel y Joschka Fischer .
El Museo Alemán del Calzado en Hauenstein recibió una calificación "excelente" en competencia con museos de Europa de las mismas características
Este museo que abrió sus puertas en 1996, es el orgullo de las gentes de la zona y sus instalaciones se amplían y renuevan con nuevas aportaciones, convencidos de que "el museo es una inversión patrimonial en costante desarrollo"..

jueves, 5 de septiembre de 2019

Una fábrica de calzados creada con humor


En los años 40 en Elda proliferaban una gran cantidad de empresas de calzado, producto del cierre de aquellas que ya empezaban a tener dificultades como Rodolfo Guarinos, Los Vera, y otras que no reiniciarían su actividad tras la Guerra Civil, lo cierto es que se irían formando fábricas más pequeñas en dimensiones y talleres, aprovechando la llegada de tecnología que iba mecanizando modestamente el proceso de fabricación. La necesidad de abastecerse de zapatos para aquella España en reconstrucción, incrementaba inicialmente las ventas especialmente a las capitales de las provincias más pobladas: Madrid, Barcelona, Sevilla etc.
En esos momentos del inicio de la actividad de la empresa CALZADOS GRAN S.A., el incremento de pequeñas industrias era una constante en nuestra ciudad, Elda resurgía de las cenizas de la destrucción y el enfrentamiento, la necesidad de mano de obra se palpaba a cada día que pasaba y en aquellos años se producía otro de los efectos llamada que, por la necesidad de empleo, atraería a muchas familias de lugares en los que la situación económica era mucho peor. Fue entonces cuando algunos empresarios eldenses (no necesariamente de calzado) junto con otros: Viajantes o comerciantes importantes en volumen de ventas, decidieron crear una sociedad de fabricación de calzados, pero ésta, con evidentes tintes de buen humor, propios de personas jóvenes, entre 35 y 40 años, y triunfadores en sus respectivos campos, soñadores de una ciudad que estaba a las puertas de la "década prodigiosa", me refiero a aquellos años del 1960 a 1970, en los que se produciría el último y definitivo impulso al empleo y la ciudad se convertiría en "la meca" para muchas familias.
Algunos empresarios eldenses con el respaldo de aquel resurgir de un relativo aumento de las ventas, la euforia del momento, y cargados de buen humor, crearon una empresa para fabricar zapatos de calidad que se llamó "Calzados Gran S.A,", con algunos de los empresarios zapateros que crearían también "Calzados Proa".
Aunque la sociedad estaba compuesta por diez personas, en la fotografía de grupo que figuraba en el mismo folleto publicitario solamente hay ocho, por la incorporación de dos socios más que figuran en las fotografías de ellos con sus historiales en clave de humor.
Fueron diez personas de pujanza, triunfadores en sus respectivas empresas y amigos entre sí. Para publicitar aquella sociedad anónima se les ocurrió editar un pequeño libreto con el "historial humorístico" de cada uno de los socios, con una serie de comentarios de los más importantes compradores de zapatos del momento y con las ocurrencias propias de personas de un pueblo en el que todos eran conocidos, escriturando una sociedad anónima con un millón doscientas mil pesetas (1.200.000) "duro arriba o duro abajo" como dirían ellos mismos en su libreto, donde además añadirían: "Producción diaria. 500 pares más o menos". Teniendo en cuenta que muchas fábricas de la época se creaban para cubrir las necesidades de un amplio abanico de población, es decir, señora y niño o cadete, podemos calcular que con los medios mecánicos del momento, la plantilla sería aproximadamente de un centenar de trabajadores, de los cuales un 25 o 30% estaría formado por personal femenino de aparado y preparación y la fábrica se dedicaría a la fabricación de calzados de alta calidad sólo para mujer.
Aquella nueva empresa gozaría de la experiencia de personas con amplios conocimientos del oficio, algunos de la fabricación de calzados, otros de la de hormas, cambrillones, y algunos muy relacionados con el mercado del momento. Pero por el comentario de muchos de los más importantes comerciantes que dejaron su impronta en el referido folleto, aquellos que gozaban de mayor prestigio en la venta de calzado y que tenían reputación incluso desde antes de la Guerra Civil, se desprende del grado de asentimiento y penetración que Calzados Gran S.A. tenía en aquel año de su fundación 1946. La empresa no tuvo mucha andadura y prácticamente se extinguiría dando paso en esa otra llamada "Calzados Proa" y en la que quedarían solamente los socios que ya gozaban de experiencia como fabricantes de calzado.
La fábrica, en el poco tiempo que estuvo trabajando, se encontraba en una nave industrial que había en la calle Cura Navarro, entre el tramo de la calle Emilio Rico y la de Padre Manjón.
Uno de los socios y el que daba su apellido al nombre de la empresa era José María Gran Diez, un patronista cortador de la industria del calzado, que en los años 40 mostró su rostro de emprendedor, creando varias empresas de calzado, asumiendo responsabilidades en los órganos de decisión empresarial de los años 50 y 70, presidiendo el primer intento serio de colectividad en favor de la exportación, "Elda exportadora" que reuniría a un importante colectivo de fabricantes de calzado y realizaría los primeros viajes exportadores. Una persona que arriesgó a lo largo de su vida activa, con la firme convicción de que Elda y la industria del calzado merecía los esfuerzos.
Como se aprecia en la ficha del cuadernillo de presentación de Calzado Gran, los puntos suspensivos aludían a la facilidad y la profusión de sus palabras, es decir, era un gran conversador que se "enrollaba" en aquello que conocía, para hablar de Gran habría hecho falta mucho más que una simple cuartilla, por eso al final de los puntos suspensivos escriben....Aquí habla el GENIO.
Antonio Sirera Esteve actuando como Gerente de la sociedad.
"Tiembla nuestra mano al hacer esta biografía. De mediana altura y con unos 38 a pelo seco va bien servido. Dominador de letras y números romanos, ha encauzado siempre los negocios por senderos por senderos florecientes. Con la sonrisa permanente es un captor de voluntades que pone sin escrúpulos al servicio de esta industria. Su mayor defecto es hacer descuentos y concesiones especiales a cuantos clientes hablan con él directamente. Suele levantarse a las 8 de la mañana, en cuya hora siente debilidad por hacer el arqueo. Mérito suficiente para que haya sido nombrado Gerente-Administrativo. Dios le ampare y Vendrines le quite el vicio de la largueza." Fue socio con José María Gran de Calzados Proa hasta su cierre definitivo en 1973.
José Sirera Esteve que junto con su hermano Antonio y José María Gran, serian los fundadores también de Calzados Proa, si bien José se separó de aquella sociedad en 1960, a trece años de su disolución, para crear una empresa propia. Conocedor de la industria y que aportaría su experiencia. De él la jocosa presentación dice:
"Quedaría defraudado el que a través de estas páginas pretenda hallar en nuestros Consejeros a ninguno de tala superior a dos metros. Don José quedó exento del servicio militar por falta de envergadura, lo que le afectó profundamente por tener puestas sus ilusiones en vestir el flamante uniforme de caballería. Pero como no hay mal que por bien no venga, aprovechó esos años para una industria que, si bien empezó con monigotes de paño, posee actualmente la suficiente fama para vender a tope. Es hombre metódico y jamás se sale de sus casillas. Fuma cigarros puros pero no se traga el humo."
Antonio Martínez Maestre, que años más tarde fundara una empresa de prestigio "Calzados Bellini. La belleza de zapato sport para mujer", fue un activo viajante de varias empresas como: Pablo Guarinos o Viuda de Antonio Juan Busquier, entre otras y creó su marca de fábrica, instalándose en diferentes emplazamientos de Elda, hasta llegar al último y definitivo, en la calle Rosales ángulo a la Avenida de Chapí, allí adquiriría unos locales que en tiempos era la fábrica de su amigo José Sirera del que fue socio también en esta nueva empresa que ahora se constituía.
"Difícil es ´decribillo´ pues no empezó su carrera vendiendo periódicos como Morgany otros hombres de finanzas del pasado siglo. Hizo lo que todos los niños de 6 años en adelante....ir a la escuela, montar en triciclo y quitar almendras verdes. En 1914 aprendió a jugar al fút-bol y tomó el famoso nombre de Miguel Bottier, fichando por Pujadas. Pronto conocieron su letra por los duplicados extendidos en todos los rincones de España, en los que dejó una estela de simpatía honradamente ganada. Se caracteriza por la sinceridad con que se expresa y no tolera que se le deje una partida de cuenta. No pierde jamás la confianza en sí mismo y su único vicio lo resume en la sidra natural y la ´fabada´"

Ramón Navarro Poveda que se uniría a su hermana Balbina y con su otro hermano Rafael, trabajarían de forma incansable para poner de nuevo en marcha la fábrica de Vda. de Antonio Juan Busquier, con el apoyo también de su sobrino Antonio Juan, este último fue un personaje importante en la creación de CEPEX y colaborador en las Ferias del Calzado de Elda.
" Nació en luminosa mañana del mes de las flores, allá en el año 1907. Fue creciendo en edad y estatura, llegando más lejos en la primera que en la segunda. Su pelo ondulado y la barbilla prominente denotan un temperamento vehemente y de decisiones irrevocables. Es en la actualidad Director-Gerente-Técnico-Administrativo de los afamados calzados ´Loto´. El gran parecido con FU-MANCHÚ rodea de misterio su prestigiosa personalidad industrial.."
Maximiliano Aguado Bernabé, fue el continuador de la prestigiosa fábrica de hormas que fundara Isidro Aguado Aravid en el último tercio del siglo XIX y que junto a su primo hermano Isidro Aguado Poveda marcharían juntos hasta la segunda parte del siglo XX en que Maxi adquirió la totalidad de la sociedad.
"No es, ni mucho menos, lo que parece. Enérgico, dinámico. constructor y constante. Tiene unos 38 años aproximadamente. Hace dos que salió del Colegio de los PP. Franciscanos de Onteniente y en tan escaso tiempo logró ponerse a la altura de un coloso, dando a la luz los célebres zapatos MAX, de funesto recuerdo para unos y grandes alegrías para otros. Esta Entidad se cubre de gloria y satisfacción al contar con tan valioso elemento y en días próximos se inaugurará el busto de dicho Consejero esculpido en bronce por la mano genial de FUMANCHÚ. Almacenistas y detallistas de Calzado Gritad con nosotros: ¡Adelante MAXI!."
Isidro Aguado Poveda, primo hermano de Maxi y continuador con él de la fábrica de Hormas Aguado, fue la persona que controlaba la administración de la industria. La sociedad Hormas Aguado realizó una total tecnificación del proceso de fabricación de la horma, dejando atrás aquellas viejas máquinas con procesos manuales propias del siglo anterior.
"De estatura regular, cabellos castaños y mirada penetrante, viste siempre trajes de corte impecable y usa cuello duro. A los 15 años jugaba magistralmente al fut-bol pero de aquellas portentosas facultades solo le queda el compás pedestre. Es aplicado y notablemente culto. Se dedicó al teatro y cuando estaba en el pináculo de la gloria abandonó la escena para contraer matrimonio. Sometido a un severo régimen alimenticio, vive actualmente apartado de todo contacto con el mundo. Profesor de Optimismo por derecho propio, es indispensable en las reuniones de este Consejo para combatir el abatimiento. Se parece mucho a Allan Parquer y es inseparable compañero de FU-MANCHÚ".
Julio Jiménez García, un vallisoletano afincado desde su niñez en la ciudad de Elda, era un empresario de la industria auxiliar, concretamente en la fabricación de cambrillones de acero.
"Cuenta en la actualidad 40 años de edad. Es hombre de gallarda prestancia y oriundo de Valladolid. Llegó a estas tierras cuando empezaba a andar y entregose por entero al estudio de la química experimental. Muy pronto sobrepasó los límites normales y fue precursor del descubrimiento del cambrillón de acero. Su espíritu activo no le dejó un momento de descanso para alcanzar fama y conocimientos en los diversos matices de la industria. Cuentas gentes informadas que vende lotería a plazos."
Pepe Rodriguez, de El Ferrol. Este gallego de nacimiento relacionado con el mercado zapatero en la zona Norte:
"Cayó en nuestras redes como un gafarrón. No podemos decir gran cosa de él, aunque creemos no se trata de un pajarito. Posee los grandes conocimiento que adquirió en Rabo de Galo (Orense) y sus actuaciones siempre traen cola. Es un número que colma de prestigio a esta Anónima y con él no hay temor al fracaso. Su temperamento emprendedor diole fama en toda Galicia donde lo requieren para probar los célebres caldos del Rivero que él cataloga y propaga. Aunque es de fuerte contextura se acuesta temprano hace ejercicios todas las mañanas. Es amigo de los vigilantes y de la Fortuna".
Antonio González Bartolomé, era soriano pero conocedor del comercio de calzado en media España, especialmente en la zona Centro:
"Tiene estampa gitana. Dice como nadie la buenaventura y entró de cabeza en esta Entidad. Aficionado a la poesía, al hacer su ingreso en este ´Manicomio´ nos recitó ´El Embargo´. Aunque presume de madrileño sabemos que es de Soria (en secreto). Sabe a dónde va y no llega nunca porque se queda extasiado cuando apoya su rostro en los cinco dedos de la mano derecha. Tiene buenas costumbres y toma unas píldoras antes de emprender sus operaciones comerciales. Es el descubridor de la piedra filosofal y no hay quien pueda discutirle sus conocimientos en la materia. ´Amigo de Gamborio´, sabe jugar al golf y se ducha por las noches".
Si graciosas eran las presentaciones de cada uno de ellos, no menos lo eran los comentarios que realizaban algunos de los principales clientes de la firma, todos ellos conocidos en Elda por tratarse de clientes de nuestras fábricas con tiendas abiertas en las principales capitales de provincia.
Marcelino Fernández de OviedoAunque por fatalidad no puedo verlos, solamente con tocarlos exclamé: ¡Estos son CALZADOS GRAN; los mejores!.
Ramón Fernández de OviedoYa pueden llenarse los puntos suspensivos de GRAN. ¡No hay más allá!. Me siento enternecido y renuncio a los descuentos.
Miguel Pérez Ruíz de Sevilla: Si le enseñáis las muestras a la Giralda se nos muere de envidia. Aunque andaluz, no exagero ná.
José Rodriguez de Córdoba: Lástima que sea en "mago". De hacerlo en "lasue" me quedaba la producción.
Francisco Cutillas de Ceuta: Sólo vi tres modelos y ya hay diez cajas en camino. Si examino todo el muestrario tengo que fletar un barco.
Joaquín de Pablos de Madrid: Me pesa no trabajar el artículo de señora porque el asunto tiene mucha miga y es para volcarse.
Salustiano Martínez de Madrid: Al verlos exclamé: ¡¡ Viva Madrid que es mi pueblo!!.
Francisco Garach de Granada: No quise ver las muestras por temor a claudicar y bien sabe Dios que estoy arrepentido.
Primitivo Garach de Sevilla: Son zapatos con la alegría y el salero de una Feria de Sevilla. No digo más.
Felipe Fernández de Pontevedra: Solamente una cosa que supera el vino de Jumilla; los CALZADOS GRAN.
Antonio Pérez Fariñas de Talavera: Usando CALZADOS GRAN se puede cruzar el Tajo sin hundirse.
Benigno Marco de Gijón: He comprado lotería para, si me toca, quedarme con todas las acciones de CALZADOS GRAN, que son mi debilidad.
Severino Díaz de Santiago: Lágrimas como cigarros puros vertieron mis ojos al saber que sólo me reservaban 100 pares para esta temporada.
Viuda de Celestino Vázquez de Orense: No comprometer nada hasta que llegue ahí mi hijo Alfonso. Ya tiene pedido el billete.
Manuel Vidal de León: Ya explotó "La Bomba" lanzando zapatos GRANSon todos tantos los que he de vender que suspendo mis vacaciones de momento.
Como remate a estos comentarios incluían una nota que decía: Algunos de nuestros colegas: Son poco halagadoras las opiniones para mencionarlas aquí.
Cerraba la trasera de este libreto con una frase: Las creaciones de esta nueva industria, la resolverán su problema de ventas.
Sirva nuestro comentario final para resaltar la lucha y el emprendimiento de muchos zapateros de Elda, personas que, en ocasiones, arriesgaban su patrimonio para empeñarse en proyectos en los que creían, hombres y mujeres que nos pueden servir de ejemplo por el sentido del honor y la dignidad con la que orientaban su trabajo por Elda, la industria del calzado y su prestigio. Estos y muchos otros han escrito nuestra historia con iniciativas, sacrificios constantes y riesgos. Forjadores de un pasado que da sentido a nuestro presente.
José María Amat Amer
* Escrito para la Revista "Fiestas Mayores" y publicado en septiembre de 2019