Aquella gran iniciativa de una primera feria local para presentar los
zapatos hechos en Elda se realizó con la organización de Ayuntamiento
de Elda y se planteó como un "Concurso Exposición".
A ese primer certamen local debían concurrir las empresas eldenses con un excepcional aliciente: Presentarían unos zapatos acabados que entrarían en competencia en ese concurso y que establecía premios para la empresas cuyos modelos fueran merecedores a juicio de un jurado y también para el grupo de trabajadores que hubieran intervenido en su realización
(todo un ejemplo de superación). Como hecho curioso a destacar se
anunció que los zapatos ganadores de ese primer certamen serían
destinados a un Museo del Calzado, si algún día se llevaba a feliz
término en nuestra ciudad (desgraciadamente esos zapatos se perdieron y
no llegaron a las vitrinas de nuestro museo actual).
El aliciente del concurso me parece ahora una iniciativa maravillosa y
digna de los mejores elogios. No solo el zapato presentado por la
empresa tenía que ser original y bello, sino que debía estar
perfectamente confeccionado con especial atención técnica: al mejor
diseño (9 puntos), al más perfecto patrón (10 puntos), al mejor cortado
(5 puntos), al más cuidado aparado (5 puntos), al mejor montado (8
puntos), a la mayor perfección de acabado y remate de suelas y tacones
(10 puntos), a la mejor presentación (3 puntos). El zapato con mayor
puntuación sería el ganador.
Aunque el grueso de los gastos de aquella exposición corrieron a
cargo del Ayuntamiento, también se contó con la meritoria labor de
mecenazgo de algunas empresas y particulares eldenses, que colaboraron
con el certamen, proporcionando el importe de los premios y ayudando en
la organización.
El primer premio medalla de oro y placa para la empresa y 10.000 pesetas para el equipo obrero.
El segundo premio medalla de plata y placa para la empresa y 3.000 pesetas para el equipo obrero.
El tercer premio medalla de bronce y placa para la empresa y 2.000 pesetas para el equipo obrero.
Hoy retomamos de nuevo aquellos logros para que Elda vuelva a lanzar
una exposición que incluso podría llevar aparejado otro espectacular
concurso de maquetas e ideas de diseño. Lo importante y necesario es que
la ciudad se reencuentre con su glorioso pasado y vuelva a sentir el
orgullo de una industria única por el tipo de zapato exclusivo que se
sabe hacer en la ciudad de Elda.