No
me cabe la menor duda de que una forma más de promocionar una ciudad es
a través de la muestra de obras de arte relacionadas con la industria,
la artesanía o el comercio de cualquier pueblo.
A poco que
viajemos por España o por cualquier país del mundo, veremos que son
muchas las ciudades que a través de monumentos o simples esculturas,
tratan de llamar la atención del visitante de lo mucho que ese
determinado pueblo puede ofrecer y, especialmente, es una forma rápida y
gráfica de descubrir su historia, tanto reflejada en la industria o en
cualquier otro aspecto de su actividad. Vemos esculturas de pescadores,
artesanos de los muy variados oficios, objetos relacionados con sus
industrias o las costumbres de la zona.
En Elda (Alicante) también hay unas cuantas esculturas que nos hablan de los oficios de la industria del calzado: el monumento a la industria del calzado en el jardín frente al Museo del Calzado, ese fue el más antiguo y construido por el Comité Ejecutivo de la antigua FICIA; un monumento a la industria del calzado erigido por el colectivo de Ingenieros de la provincia de Alicante
y que situado en la Plaza Sagasta, fue sustituido sin que sepamos donde
fueron a parar las placas colocadas y los restos de aquel monumento
inaugurado en el año 1972; el monumento a la aparadora en la plaza de la FICIA; el monumento al zapatero y aprendiz que figura en la Plaza del Zapatero, hecho por Alejandro Pérez Verdú o el más reciente, el monumento a la Familia Zapatera, realizado
por un joven eldense, José Francisco Maestre Pérez "Francho" que, tengo
entendido, también ahora ofrece un gran zapato tipo bottier para
colocarlo en alguna glorieta de la ciudad.
Pero
los zapatos no solo los encontramos en ciudades zapateras. Hace poco un
amigo me remitió unas fotos de uno de las esculturas más visitadas en
la ciudad de Laguardia. Junto a la iglesia de Santa María de los Reyes,
nos encontramos con esta original escultura compuesta de dos mesas, una
llena de zapatos y otra de bolsos, en homenaje a los que tanto
viajamos, es decir, en esta ocasión, tanto los zapatos como los bolsos
no se refieren a ninguna industria o tradición en particular,
simplemente se trata de u homenaje al viajero, así es "al viajero", a la
persona que frecuenta las distintas ciudades y pueblos caminando sus
calles y plazas, para lo cual evidentemente hace falta zapatos y, en el
caso de las señoras, bolsos.
Esta
sorprendente invitación al viajero que llega a la población de
Laguardia, un municipio situado en el sur de la provincia de Álava, a 64
km de la capital Vitoria, con una historia medieval muy intensa, se
encuentra con dos grandes mesas y una variedad de calzado y de bolsos
que a nosotros nos gustaría exhibir pero como producto del trabajo de
las gentes de esta tierra, de Elda y de Petrer. La rica historia de
Laguardia, se actualiza con la muestra de esas esculturas que, aún no
teniendo nada que ver con sus respectivas industrias ni con las murallas
y las calles empedradas de su medieval trazado, acapara la atención del
visitante.
Por todo lo dicho considero que "sembrar" las ciudades de esculturas relacionadas con la industria tradicional de la
zona, es una buena forma de rentabilizar una
inversión que denota una especial sensibilidad por el arte, además de
recordar al visitante el producto que se fabrica.
Visita el museo del bolso www.museodelbolso.es un repaso a la historia del bolso, te sorprenderá.
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