En la Isla de Cuba, concretamente en la ciudad de Santa Clara, hay un parque llamado Leoncio Vidal y en ese parque había una fuente con una escultura en bronce que representaba un niño con una bota en la mano y de entre las costuras de ese calzado, fluían pequeños chorros de agua.
Los turistas que llegaban a Santa Clara y visitaban el Teatro de la Caridad, que es un monumento nacional, quedaban sorprendidos al contemplar ese muchacho con la bota en la mano en el centro de una fuente circular.
Data esa escultura, nada más y nada menos, que del año 1925 ya que ese 15 de Julio se celebraba el 236 aniversario de la fundación de esa Villa. La obra fue financiada por una empresa amerícana The Union Manufacturing Co.de Ohio.
En el año 1959 se remodeló la plaza y la fuente despareció, pero la escultura se conserva en el Museo de Historia, de Villa Clara; sin embargo un escultor local, José Delarra, hizo una réplica y la colocaron en el año 1989 en el lugar que estuvo la original.
La figura representa el juego del niño y su bota llena de agua, pero en realidad es un homenaje a la actividad artesana de confección del calzado, porque en esa bota que sostiene el niño en su mano, se hace una especial mención alegórica a la importancia del calzado, y el agua que se escapa entre sus costuras representa la purificación, el fluir de los sueños y el homenaje a la artesanía.
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