La ciudad de Elda, en España, desde la mitad del siglo XIX, pasó de la agricultura a la fabricación de calzados; primero se inició con la primera calzadura, los zapateros realizaban calzado de niño para venderlos en los mercadillos de los pueblos limítrofes; más adelante se pasó también a confeccionar series de los que llamamos "chicarro", es decir, zapatos de segunda calzadura, desde los seis años a los catorce aproximadamente; la colocación de un pequeño tacón en los zapatos de chica "pollita", relanzó la venta de zapatos de mujer y de ahí se pasó al zapato de tacón, primero de "tacón cubano" y después, en la década de los años 50, al "tacón de aguja". A final del siglo XIX, Elda tenía una industria consolidada de fabricación de zapatos en la que se empleaban miles de personas.
La ciudad de Elda se ha caracterizado por tener un elevado número de zapateros, aparadoras, cortadores y diseñadores, que realizaban auténticas obras de arte, llegando a la perfección en el zapato; el calzado fabricado en esta zona del país, es apreciado por sus diseños y por su calidad y Elda, en concreto, nunca ha abandonado su camino de zapatos "hechos por artistas"; aquí se conserva la moda y la tradición y visitar el Museo del Calzado de la ciudad es contemplar ese comienzo, como se hizo, y cual era nuestro destino. En Elda, en los últimos tiempos, raramente se han fabricado otros zapatos que no fuesen los de mujer de tipo medio - alto y los mercados internacionales han respondido a esa calidad, colocando a Elda en el listón más alto de las ciudades zapateras de calidad y prestigio.
Hoy se trabaja para reafirmar el liderazgo en el zapato de calidad, a través de marcas que identifican el origen, el diseño y la calidad.
Los mercados a los que el zapato de Elda debe aspirar, son los mercados de países desarrollados o aquellos que antepongan el diseño, la calidad y el origen, como señas inequívocas de zapatos de prestigio; una mujer con un zapato de estas características en sus pies, se muestra mucho más segura, reafirmando su feminidad, su belleza y su elegancia; de ahí que los zapatos sean apreciados, no por su coste, sino por esas otras constantes.
Memoria histórica
Para conservar la "memoria histórica" de las fábricas que, en el pasado, hicieron posible la industria zapatera eldense actual, se está poniendo en marcha una iniciativa que recoge la historia de las fábricas más importantes de la ciudad de Elda en el pasado.