miércoles, 3 de octubre de 2018

Una oportunidad para los emprendedores





El Museo del Calzado inicia el próximo día 5 un curso en Elda sobre Diseño de Calzado. Por tratarse de un curso intensivo sobre uno de los aspectos más importantes de la fabricación de calzado y más creativo, encaja perfectamente con las expectativas de los emprendedores que desean aventurarse en el campo del diseño que tan buenos e importantes profesionales nos ha dado a la industria del calzado, especialmente a la comarca del Medio Vinalopó.
Un curso avalado por la Universidad San Pablo CEU y con la seriedad y profesionalidad que el Museo del Calzado viene patentizando a lo largo de los años.
El curso que se ha programado de forma inminente también se realizará en Madrid y Valencia, para que las personas que viven en esas ciudades o sus proximidades, puedan conseguir el grado de formación en diseño del calzado.
La ventaja de este tipo de curso necesariamente comprimido de contenidos e intensivo, dado el tipo de personas que acuden a el, es que en poco tiempo se entra de lleno en contacto con el mundo de la creatividad en calzado, se pone al alumno que ha seguido con éxito esta experiencia, en el camino del emprendimiento para poder ejercer la profesión de diseñador desde su ámbito laboral y, especialmente, en el sector zapatero de la comarca para logar una inmediata reinserción.

El curso es un compendio práctico de los contenidos que un diseñador de calzados necesita para poder triunfar en este maravillosos oficio. Además de sumar a estos profesionales al grupo que el Museo del Calzado ha auspiciado para colaborar en la colocación laboral, recibirán la ayuda inestimable de profesionales que están en contacto diario con empresas del sector y conocen las posibilidades de empleo.

En Elda, cuando se trata de diseño de calzado, todo ha funcionado y a mi avanzada edad me encuentro con antiguos alumnos que felizmente han triunfado en la vida como profesionales del diseño y que, aunque sólo sea una apreciación personal, también me supone un pequeño triunfo como profesor en la parte que me corresponde.

* Para cualquier información relacionada las direcciones y teléfono de contacto son: info@museocalzado.com; teléfono 965383021.

12.- Logos y marcas de calzado eldense: Calzados FIFO; Calzados Colibrí; Candelas.




             
La fábrica de FIFO era sinónimo de alta calidad en zapato para mujer. Rafael Yuste Vera, su propietario, fue un personaje sencillo, muy popular y muy querido en los círculos industriales de la ciudad desde los primeros años de la década de los 50. Su fábrica situada en la calle Francisco Alonso y ampliada tomando un edificio de la Gran Avenida, era un centro de diseño en sí misma con zapatos de la más alta gama que exportaban a Europa y Estados Unidos de América. El logo de "Calzados FIFO" pasaría de ser representado dentro de un escudo en el que figuraba la palabra Elda, a un logo más funcional y moderno que, en los años 70 representaba  el distintivo de la empresa "Manufacturas FIFO S.L.". La fabrica llegaría a tener 100 trabajadores para hacer 500 pares de zapatos al día de exclusivos zapatos tipo bottier.

               

Con el nombre tan atrayente de "Colibrí" y representado por un dibujo de esta clase de ave en vuelo, presentaría Enrique Juan Arenás, sus zapatos exclusivos en la década de los años 60. Una empresa que pasó más tarde a llamarse Sucesores de Enrique Juan Arenás S.L.. Otro gran ejemplo de industria eldense de calidad.                                              
                                         
Por último traemos a estos apuntes el nombre de una pequeña fábrica que bajo la marca "Candelas", trabajaba el zapato para niño, con la peculiaridad que el propietario, Francisco Candelas  Carratalá llego a la fabricación de calzado desde su profesión como ebanista, en esta persona quedaba demostrado que los zapateros, en algunas ocasiones, también preparaban las hormas de madera. Aunque Candelas no pasó a convertirse en una gran fabricante, los zapatos que fabricó para el mercado nacional eran de mucha calidad, dentro de la especialidad de calzado para niño. 

11.- Logos y marcas de calzado eldense: Federico Obrador, Calzados Orbi y Calzados Navarro.




                   
Federico Obrador Ibáñez, procedente de Fuenteálamo, en 1946 creó en Elda una pequeña fábrica de calzados de señora tipo bottier, en la calle San José y encima de la fábrica de hormas que tenía su hermano Fernando. En 1963 abrió tres tiendas en Alicante y una en Benidorm con el nombre de Calzados Soraya; en 1968 también en Londres que más adelante llegaría hasta tres comercios con el nombre de Madrid Shoes. En 1971 abriría tienda de venta de zapatos de Elda en New York con el nombre de Desiré. Como marcas utilizó la de su propio nombre, pero también Calzados DesiréCalzados Turia y Calzados Soraya.
La fábrica llegó a tener, entre fijos internos y externos, casi 100 trabajadores para hacer más de 350 pares diarios de zapato de vestir de señora; la fábrica ocupaba toda la planta de piso con más de 3000 m2.

Los hermanos Elíso y Roberto Verdú, con Francisco Verdú Cuenca, aportaron al zapato de vestir de señora de alta calidad, un enorme prestigio con su marca Orbi. Una industria que visité en mi juventud y por la que sentía una gran admiración, los zapatos fabricados en las décadas de los 70 y 80 eran auténticas joyas del zapato semiartesano, "el calzado de lujo", que se fabricaba en muchas industrias eldenses. La fábrica ocupaba un edificio de dos plantas con esquina a la calle Pablo Iglesias. La marca fue muy reconocida en EE.UU. y Europa donde exportaron gran cantidad de zapatos.

Una marca de calzados que trabajó en Elda y Petrel con dos industrias establecidas en ambas poblaciones fue Calzados Navarro que utilizaba como logo su propio apellido enmarcado en una elipse y cuyo propietario era Indalecio Navarro Maestre. Las fábricas estaban ubicadas; la de Petrel, en el camino de Elda, lo que se conoce como La Cruz Cubierta; la de Elda, en la calle Francisco Alonso. Naturalmente se trataba de talleres de fabricación y montaje de calzados en los que se realizaban los trabajos centrales de la mecánica de fabricación y el terminado se encargaba en los "terminados" que eran talleres auxiliares y se ubicaban en muchas calles de ambos pueblos. El aparado, como en casi todos los casos, se realizaba a domicilio acudiendo las paradoras a "cortar" la tarea a las fábricas.