jueves, 29 de noviembre de 2012

La moda del calzado para hombre y mujer en el Periodo Barroco

El Rey Sol, Luís XIV de Francia - Museo del Louvre, Paris
El Rey Sol, Luís XIV de Francia - Museo del Louvre, Paris
 
El llamado periodo Barroco, fue un tiempo en el que florecieron especialmente la cultura y las costumbres, en el siglo XVII y principios del XVIII.
La Europa desarrollada del siglo XVII abarcaba toda la zona occidental del viejo continente y el Barroco afectó a la cultura, la moda y la sociedad en general, florecieron las artes y las letras, con importantes avances en el campo de la ciencia, todo el estilo de vida se impregnó de una recargada ornamentación, de ahí viene el término barroco, aludiendo a la deformidad pomposa y exuberante.

De la sencillez a la grandiosidad

El periodo anterior al barroco, estaba marcado por la sencillez en las líneas y en las formas; la afluencia de nuevos tejidos desde Francia y desde las colonias, producen en la sociedad un cambio en los volúmenes, tanto en las ropas como en el calzado.

El calzado para hombre

Las formas en el calzado para el hombre experimentan un cambio radical y del austero zapato del siglo XVI, se pasa aun calzado ampuloso, con el empleo de tacones que con el paso del tiempo, llegarían a alcanzar mayor altura. Las botas acampanadas, con volantes y puntillas son una costumbre generalizada. La bota de campaña, hecha para los soldados, era muy alta y acampanada, pero totalmente cerrada.

El calzado para la mujer

La longitud de las redondeadas faldas, que llegaban casi hasta el suelo, apenas dejan ver los zapatos de las damas que, no obstante, se engalanan con ricas telas y algunos adornos de pedrería, puntillas y demás piedras que denotaban la riqueza de quien las calzaba. Calzaban zapato plano con lijeros tacones o tapas y en el centro del empeine destacaban adornos de moñas o lazos de seda. Se empleaban una especie de patines o chanclos de madera, para evitar que los tacones o suelas se hundieran en el barro.

Los Reyes de Francia

La corte francesa marca la pauta del vestido en Europa, pero especialmente Luis XIV, calza zapatos con sedas multicolores, combinadas con pedrería y piel, pero lo que destaca de su calzado es el excesivo tacón que, con el uso, genera una moda en el viejo continente y que nació casi por casualidad, ya que los tacones los mandó hacer para disimular su baja estatura; moda que encargaría de potenciar su hijo y sucesor Luís XV.
El Rey Sol, como se llamó a Luís XIV, iluminó la vida y las costumbres de Europa al imponer una cierta clase de hábitos que llegaban desde las largas pelucas, hasta los altos tacones diseñados y realizados por su zapatero personas Nicholas Lestage, quien no podía realizar otro zapato similar bajo pena de destierro o muerte.

El tacón rojo

Durante todo el Período Barroco, los colores tuvieron un especial significado, sobretodo el color rojo; hubo un tiempo, al principio del periodo, en el que dicho color lo llevaban las personas más humildes, pero pronto cambió y lo hizo de la mano del rey, el tono de los tacones rojos fue otra imposición de la moda.

Novedades de las colonias

En el barroco, las colonias seguían las costumbres de los países colonialistas y las modas eran muy similares, aunque por las diferencias climatológicas y culturales, el empleo de determinados tipos de piel y tejidos eran exportados a Europa, es el caso de los mocasines, tipos de chilenas o alpargatas. A mediados del periodo la piel afelpada y los tonos blancos se imponían; las botas altas se empezaron a emplear solamente para los soldados y los caballeros paliaron este hecho con mayor cantidad de repliegues en su calzado y número de puntillas y abalorios.

Las punteras de las hormas

Un cambio significativo en esta época, fue la forma de las punteras de los zapatos, de una punta redondeada que caracterizaba el calzado del Renacimiento, se pasó a puntas más cuadradas, primero, y más puntiagudas al mediados del siglo XVIII. Los zapateros proliferaban en todas las ciudades, que hacían zapatos por encargo, pero el oficio de zapatero era una actividad casi generalizada en las gentes de esta época, calzar zapatos de cuero conllevaba una esmerada confección, primero de la horma y después del calzado, por eso los económicamente más pobres no podían encargar sus zapatos y pagarlos, de ahí que no les quedaba más remedio que realizarlos para ellos y sus familias.

Zapatero Luís XV, reminiscencias del pasado

En pleno siglo XXI, en la ciudad de Elda, todavía se habla de "zapatero de Luis XV", para referirse a un tipo de artesano que es capaz de dominar las técnicas artesanales para hacer zapatos de tacón alto y perfecta hechura. Era una costumbre, desde el siglo XIX, encontrar en fábricas de calzado de la ciudad zapatera del Medio Vinalopó, carteles en las fachadas de las fábricas que requerían la presencia de "zapateros de Luís XV".

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